| Capitulo 7 | Parte 2/?

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//Narra K

Ya desesperada y somnolienta de esperar a E, me senté bien, ya me estaba entrando morriña y prefería no dormirme en el coche, sobretodo porque L estaba allí y aunque estuviera acostumbrada a verme dormir en los lugares más peculiares que se te pudieran ocurrir, no quería faltarle el respeto, ella era la omma, ella era la mayor de todas nosotras.

- Voy a ir a buscar a E, lleva mucho tiempo en la misión, y ese hombre ya debería estar muerto hace rato porque si E entró allí a las 11 p.m. su tiempo de vida ya se debería haber acabado – resoplé y miré a L

- ¿Y si está terminando la misión? – dijo ella utilizando la lógica

- Oh, venga ya, es E – me puse una sudadera de L, la cual a ella le quedaba como anillo al dedo, pero a mi, con mi minúscula espalda era prácticamente un vestido, pero, ahora que lo pienso ¿qué talla utiliza L? Nunca supe nada sobre su ropa, nunca nos dijo nada, ¿por qué? – además, tú ya sabes quién ya me ha avisado – dije señalando a mi teléfono.

- Ah, pues entonces... es mejor que vayas...(?) – ella me miró con su típica mirada dubitativa – oye ¿esa no es mi sudadera?

- Bueno, voy a por E – dije haciendo caso omiso de la pregunta de L y saliendo rápido del coche para que no me acorralase y me dejase cenar esta noche.

Bajo la lluvia corría por las calles que debía atravesar para llegar a el bar en el que se hallaba E y el cuerpo de aquel horrible hombre. No me importaba cuantas gotas me cayesen porque lo importante era llegar a mi destino, eso era lo único importante, pero lo bueno de estas calles es que los balcones siempre dejaban un mínimo espacio para que quien pasase por la acera no se mojase en caso de lluvia.

Llegué a aquel pub que me cegaba con sus neones rosados en la noche de el día de hoy, me estiré hacia abajo la sudadera para que me cubriera algo más las piernas y entré tras un largo rato esperando a que los seguratas se fuesen, ninguno de los 2 se fue, parecía un local bastante importante y si esos 2 se iban a quedar toda la noche algo debía tramar para entrar, asique me quité los binders que utilizaba para que mi pecho pareciese más pequeño y adorable, abrí la sudadera y me remetí mi camiseta de grumpycat por mi pantalón corto, tras esto, acomodé mi cabello de manera que la cara de niña fuese más ligera y entrecerré mis ojos para dar un efecto de seriedad y madurez.

- ¿Puedo entrar? – dije tras acercarme a la puerta y dirigirme a los seguratas

- Claro – dijo uno de ellos sin ni si quiera mirarme

- Esto ha sido muy fácil – me dije a mi misma tras entrar entre susurros mientras volvía a mi estado normal

Divisé a E en un lado de la barra, comiéndole la boca a aquel chico de pelo cuenco color rojo vivo que debo recordar que su nombre era J-Hope y era el amor platónico de E... Espera ¿amor platónico? ¿Qué hace así con él?

Sin pensarlo me acerqué a ella y antes de tocarle el hombro para avisarla vi a aquel chico de cara de peluche, pelo negro y fez rosada tomando alcohol, el mejor amigo de J-Hope, Suga, Min Yoon Gi.

Me quedé atontada viendo como el bebía y disfrutaba de como el alcohol pasaba por su cuerpo, de arriba a bajo, por sus venas, por su sangre; entrando por su boca, por sus labios, por lo que algún día yo probaría ¿Qué? ¿Qué acabo de pensar? Oh, venga K, no puedes enamorarte de él, sólo saca de allí a E y olvídate de él, por mucho que sepas de él, él no sabe nada de ti y nunca podrás decir que probaste su piel, sus labios de ensueño.

- Oye... E-e-eh... - iba a llamar a E pero no pude dejar de mirar como de aquel vaso de Martini que bebía Suga se derramaba por los laterales de su boca y caía por su sudadera negra embadurnando su piel de alcohol y dejando ese aroma en cada milímetro que tocaba de él. Dejé de mirarlo toqué la espalda de E, que sin sujetador la noté ¿el otro hombre se llevó el sujetador o este ya había empezado a desvestirla?

- ¿Qué cojones quieres? – dijo E sin ni si quiera dijijirme la mirada tras separarse ligeramente de los poco carnosos labios de su ángel (ustedes entendieron, "I'm your J-Hope, I'm your angel") - No es buen momento para que estés dando por culo, Kate

- Debemos irnos, Lucy nos espera en el coche – buen nombre escogido E, buena estrategia -. Llevas aquí ya suficiente tiempo.

- Jamás es suficiente si es con Ho Seok con quien hay que pasarlo – dijo antes de besar a su amado -. Ahora vete, o pídete algo para acompañar a Min – giró la cabeza y me miró con una cara pervertida ¿estaba tratando de ser la cómplice de el amor de su líder?

- Lucy nos espera, no la quieras hacer esperar – comencé a enrojecer a inflar mis mofletes de manera involuntaria – ya sabes lo que pasará – mi voz empezó a agudizarse y mis palabras salían de mi boca de manera más rápida.

- Oh, venga, Kate, acompaña a Min a beber, tampoco creo que nada importarte tengáis que hacer como para tener tanta prisa y no dejar que termine esta noche en la cama con Evie – dijo el pelirrojo la cual ya la tenía dura por tener a E sobre sus pantorrillas.

- No tengo edad para beber... - susurré

- Oh venga ya, pero si bebes mucho conmigo

- Cállate - dije con las orejas coloradas - ahora vamos a salir de a- - E cogió su vaso el cuál contenía un cubata y comenzó a obligarme a beber

- Así mejor - dijo E mientras hacía que el alcohol entrase como si no hubiese un mañana

Le di un manotazo en la mano para que dejase de obligarme a beber y por desgracia el vaso era de cristal y todo el alcohol y hielo se derramó en el suelo uniéndose con todos los cristales del alargado vaso.

- Te he dicho que vamos - le agarré las manos - ahora haz lo que te he dicho - comencé a llevarla a la puerta mientras ella trataba de escapar forcejeando.

Todo el pub nos miraba, espectaba la escena hasta que al fin conseguí sacarla de ese lugar y llevarla por la calle hacia el coche.

Cuando llegamos, el vehículo ya no estaba y debíamos esperar a L a que volviese para recogernos, mientras tanto, E y yo discutíamos sin miedo a que alguien nos escuchase.

- PERO ÉL ES MÍO ¿LO ENTIENDES? MÍO - dijo E a gritos refiriéndose a Ho Seok

- ÉL ES DE SI MISMO PEDAZO DE GILIPOLLAS - la empujé contra la pared con fuerza descontrolada, y por desgracia, una catarata de sangre comenzó a salir de su cabeza, manchó la pared, manchó su cuerpo y yo no pude más que hacer que abrazarla con lágrimas a esperar a que una de dos, o ella acabase muerta o L llegase lo suficiente pronto para llevarla al hospital, y lo que ocurrió fue...

K E L LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora