Mint Ice Cream

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—¿Te gustan los videojuegos? —Preguntó Jackson mientras resolvía el penúltimo problema que le había puesto el pelinegro.

—¡Sí!, pero no suelo jugarlos por falta de tiempo. —Volvió a leer su libro mientras hacia un puchero. Jackson no paso por desapercibido eso y lo miro, soltó una sonrisa y continuó resolviendo los problemas.

No paso mucho tiempo en cuanto Jackson logro terminarlos todos y nuevamente se ganó la sorpresa de Yugyeom al tener todo correcto. Después de eso, ambos fueron a comer con la madre del rubio. La mujer se desenvolvía tan bien y mostraba aquel lado dulce que Jackson nunca vio en toda su vida. Rin no terminaba de alagar a Yugyeom sobre su tan hermosa y tierna personalidad, por otro lado Jackson se había ido a la biblioteca, buscando aquel libro que Yugyeom había estado leyendo mientras el resolvía los problemas.

—¡Yugyeom eres muy hermoso! —El pelinegro se sonrojo y negó de nuevo con sus mejillas rojas.

—Por favor no diga eso. —La ayudo a limpiar los platos pero la chica de servicio lo detuvo— ¡Oh! Yo puedo. —Dijo pero la chica negó y ella empezó a lavarlos.

—Además de amable, ¡Caballeroso! ¡Eres lo que Jackson necesita! —Esta vez sus mejillas eran fuego— Pero claro, ese chico tiene un corazón de piedra, dudo que se de cuenta de tu tan hermosa presencia —Dijo pensativa— ¡Te ayudare! —Grito emocionada.

—Nonono, esta bien así. —Negó su ayuda y la rubia solo pudo tomarlo como un sí.

—Te gusta, no es secreto pequeño. -Le pellizco una mejilla y Yugyeom la miro confundida—. Desde la primera vez que viste a Jackson, te enamoraste, ¿Verdad?

—Y-Yo...

—No hace falta que lo digas, eres una estupenda persona y no estoy en contra de tus gustos. Si te gusta mi hijo, puedes conquistarlo, tienes mi aprobación pequeño. —Dijo tratando de transmitirle confianza al menor.

—Gracias... Pero aún así, eso sería complicado —Dijo el menor y la mujer solo rió.

—Por eso te ofrezco mi ayuda. —La rubia pensó en algo e inmediatamente le conto su plan al pelinegro— ¿Por qué no vienen a cenar?

—¿Mi hermano y yo? —Pregunto y la rubia asintió—. Él tiene mucho trabajo, dudo que pueda.

—Que pena... —Susurró— Pero cuentale, deseo cenar con ustedes. —Dijo comprensiva.

—Gracias de nuevo.

♦Π♦

Jackson después de terminar de ver todos los libros, encontró el que estaba buscando. Busco la página en la que el pelinegro se había quedado y empezó a leerlo.

♦Π♦

—Hace unas semanas, esta casa estaba tan vacía, hasta que llegaste tú pequeño. —Dijo Rin mientras cortaba el filete.

—Debo decir que... —Lo pensó un poco— Algo en mi también cambio.

—¿Fue por mi hijo? —Pregunto emocionada y el pelinegro asintió. —¡Ya estoy oyendo las campanas de boda! ¡Que emoción!

—P-pero Jackson, no ha dicho nada. —La rubia paro su felicidad y lo escuchó—. Ya pasaron semanas desde que lo ayudo, pero cada vez el se vuelve más inteligente, creó que ya no es necesario que lo ayude. —La emoción que sintió la rubia se desvaneció.

Yugyeom era la mejor persona que su hijo podría tener, era educado, amable, cariñoso, tierno y muy dulce. Era un terrón de azúcar, era todo lo dulce que su hijo de limón odiaba. Pero, que Yugyeom sintiera algo más por Jackson, no cambiaba la idea de que el rubio podría no quererlo. Sintió tristeza al pensar que hasta su hijo podría odiarlo al saber sus sentimientos, pero valdría la pena arriesgarse, en definitiva, Yugyeom tenia que ser parte de su familia. Las demás chicas debían irse, no le hacían bien a su hijo, venían por el dinero para su maquillaje corriente y ropa de diseñador, obviamente nadie querría a personas así en su familia. Pero Yugyeom era tan invisible, se veían sus más puros sentimientos, que no tenían deseos egoístas, Yugyeom deseaba su corazón, que lo amara y Rin comprendía eso, una vez lo había sentido y no se arrepentía de nada. Ahora ella estaba casada con esa persona totalmente opuesta a ella que ama con mucha locura.

—No lo ayudes, se que han pasado unas semanas desde que vienes. Pero, Jackson siente algo por ti, lo sé. —Las palabras que decía Rin eran sinceras, no las negaba, no habían dudas en ellas. ¿Podría ser posible?

—Confiesate.

—¿Qué? —Preguntó Yugyeom.

—Hazle saber tus sentimientos, confiesate. —Dijo la rubia emocionada— Jackson no tarda en estar cada vez más lejos de ti.

—No creo que sea posible...

♦Π♦

"En medio de la lluvia, con la luna iluminando el cielo azul. Ambos estaban por debajo, mirándose mutuamente, hasta que sus ojos se cerraron y se acercaron. Sus labios se rozaron y debajo de la lluvia se besaron. Un dulce beso frío.."

Jackson leyó la página. Muy melosa para su gusto, pero no tanto para el pelinegro. La leyó otra vez un dulce beso frío, ¿Beso frío?

♦Π♦

—Yugyeom, no me di cuenta que ya se hace de noche, ¿Deseas que te lleven? —Pregunto Rin al menor pero negó.

—Puedo irme solo. Pero gracias por la comida.

—¡Espera!, ¡Que Jackson te lleve! —Susurro emocionada. Yugyeom negó rápidamente— ¡Vamos!

—No, un amigo pasara por mí.

—¿Jaebum? —Pregunto.

—Si. —Respondió el pelinegro.

—Ah... —Suspiro— Bueno, ten cuidado pequeño, ¡adiós! —Se despidió y cerro la puerta en cuanto el pelinegro desapareció de su vista.

Yugyeom camino un momento hasta que se encontró a Jaebum fuera de su camioneta.

—¿Por qué tardaste tanto? —Pregunto el pelinegro y su amigo apunto a la camioneta en la cual estaba dentro Jinyoung.

—Jinyoung quería verse hermoso y lo tuve que esperar dos horas. En eso hable con su papá y ambos pensamos que Jinyoung tarda más que mi hermosa suegra en arreglarse. —Explicó Jaebum.

—¿Como es que te llevas tan bien con su familia? —Pregunto Yugyeom.

—¿Como es que te llevas tan bien con la mamá de Jackson? —Regreso Jaebum su pregunta y Yugyeom asintió.

—Exacto. Yo tampoco lo sé. —Dijo otra vez Jaebum y entro en la camioneta en el asiento de conductor. Mientras Yugyeom entro en los asientos de atrás.

—A mi casa amable chofer. —Bromeó Yugyeom.

—Claro que si señorita de azúcar. —Le siguió Jaebum y Jinyoung solo se rió de lo infantil que era su novio y su amigo.

Cute Boy ❦ JackgyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora