Capítulo 20

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Salí de casa, recibiendo por primera vez en días la luz del sol, y me dirigí hacía la floristería de Rolling, al entrar escuche la campana de la puerta, sonar, con un suave sonido, Rolling se voltio a verme con una sonrisa en su rostro.

-Hola, Jess-Me dijo, mientras regaba unas plantas.

Todos aquellos colores de alguna manera me tranquilizaban.

-Hola Rolling.

-Tenías tiempo sin pasar, pensé que había perdido a mi ayudante.

Pero me quede callada ante la mención de eso, porque no podía dejar de pensar en aquel sueño, mi madre decía que yo era ella, pero no sabía que.

-¿En qué te ayudo entonces?

-Necesito trasplantar aquellas flores, y después que riegues aquellas flores de haya y de haya, hay una boda sabes, y nos han pedido cientos de flores.

-Me alegro Rolling-Dije, pero en realidad, aunque quisiera no podía sentir aquella alegría por ella, porque algo en mí no dejaba de estar tenso.

Trasplante la flores, y empecé a regar.

-Rolling, ¿de dónde sacas todas aquellas rosas?

-Hay una colina cerca, un hombre las siembro hace mucho, me temo que murió y me dejo la propiedad, está llena de ellas, es un lugar hermoso, lamento que no te gusten.

-¿En dónde es? Si es tan hermoso como dices lo quisiera ver.

-Claro puedes ir cuando quieres.

Después de regarlas, entraron algunas personas a la tienda preguntando por unos girasoles, no tarde muchos en encontrarlos y dárselos, pase todo el resto de la mañana y la tarde ahí, hasta que Rolling cerró, le pedí la dirección de aquel lugar, decida a ir mañana y me despide de Rolling, me dijo que podía ir cualquier día, cuando salí de allí era noche, así que decidí ir a casa.

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