El mundo de Aerum está lleno de dinosaurios, colores, sonidos, luces, cosas que le irritan y le asustan, paisajes en blanco para pintar y los rostros de sus dos baba's.
Taekook
Aerum y sus Baba's.
Universo de Apartamento 402.
Portada por @Yisuschris
Antes de que baba goo llegara, Aerum no soportaba estar en casa.
Le gusta cuando su baba lo llevaba al edificio grande en que trabaja porque le dejan sentarse en un rincón y pintar libros de dinosaurios. Aerum ama los dinosaurios. Y mientras su baba va de un lado a otro con cafés o carpetas en las manos, él puede crear dinosaurios de colores diferentes. Como ese tiranosaurio amarillo que su baba colgó en la puerta del refrigerador.
Así que sí, Aerum disfruta ir con su baba a su trabajo, pero no que luego le dejara en casa.
La sala se hacia pequeñita y todos los colores brillantes se convertían en monstruos que querían comérselo y no importaba cuánto Aerum llamara con su mente a su baba o a cualquier dinosaurio que le rescatara, ninguno venía a evitar que los colores se lo tragaran.
Por eso aprendió a abrir la puerta.
A baba no le gustaba que se saliera de esa forma y había amarrado a su cuerpo un aparato chiquito del que salían voces, Aerum aprendió con el tiempo que también podía hundir los botones y hacer sonidos con ellos. No le gustaban los sonidos muy altos porque retumbaban en sus oídos, pero los pitidos suaves del aparatito eran divertidos.
Su baba lo encontraba siempre en la escalera y Aerum se sentía triste cuando veía una mueca en su rostro que él no podía identificar.
Entonces, llegó baba goo.
Y ya no estaba solo en las tardes, alguien pintaba con él aunque sus dinosaurios no le quedaban tan bonitos como los de Aerum y baba goo le sostenía en el aire cuando ponía música y los movía por toda la sala, riendo como si estuviese atragantándose con una papa. Aerum sabía lo que era atragantarse con una papa y no era nada bonito, pero baba goo parecía disfrutarlo y no morirse por ello.
Su baba sonreía más gracias a baba goo y Aerum nunca había visto de nuevo esa mueca rara que le daba cuando llegaba a casa y lo encontraba en las escaleras porque estaba más ocupado en reír con baba goo.
Baba goo tenía dientes de conejo y sólo después de que llegara, Aerum comenzó a amar su casa.
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