LO MEJOR PARA TI.
Miraba al cielo, aún confundida por lo que había pasado, de nuevo estabas tú a mi lado, nuevamente probando el néctar de tus besos, escuchando tu voz con claridad, tus ojos, tu mirada única, ese terso y suave cabello tan largo y blanco... ¿Qué pasó?, ahora yo... cometí un error, besé a una menor, pero no era ella, eras tú, solamente tú y yo únicos testigos de... decía sin sentido alguno de mis palabras, pensaba y hablaba conmigo mismo mientras entre mis brazos cargaba a una linda niña a quien jure proteger, miré a la pequeña durmiendo, tomándola de su mano.
–Juro que te protegeré con mi vida si es necesario... —besando su mano.
Ahora debo ir con Lord Orochimaru e informarle, pero... ella pidió que no fuera así, su voluntad será respetada.
–Pequeña... —la miré para poder decir una de mis últimas palabras— Ahora serás libre, tendrás el calor de un hogar, serás feliz, lo prometo.
El joven peli-plata acomodó sus gafas y con un semblante serio continuo hasta llegar a la guarida en la cual se encontraba con el legendario sannin Orochimaru, sigilosamente entró por una compuerta secreta, discretamente entre la cueva llena de velas y enormes pasillos entró a una habitación donde la recostó y cubrió con una sábana, mirándola por última vez durmiendo plácidamente.
Camino hasta la habitación donde se encontraba su laboratorio, abrió la puerta con delicadeza para no ser descubierto, al entrar éste estaba lleno de tubos de ensayo, pipetas, posiciones, medicamentos, bases para experimentos y algunos frascos de color verde turquesa los cuales brillaban entre la poca luz que el lugar emana.
Comenzó a buscar entre los miles de fármacos, uno en especial, eras cápsulas pequeñas, un frasco con una cinta amarilla, con esto le permitía continuar con el siguiente paso. Unos pasos se escucharon aproximarse hacia el laboratorio, por fin entre, pudo encontrar lo que buscaba, podía sentir la presencia de Orochimaru, por lo que metió en frasco entre una bolsa pequeña entre su vestimenta.
Entró el pelinegro un tanto molesto.–Orochimaru sama —tratando de disimular— Lamentó mucho tardar, estaba diseñando unas nuevas píldoras, ¿se le ofrece algo?
Orochimaru se acercaba serio mirándome de reojo, parecer ser que sospecha algo, aunque sería imposible cuando hasta ahora no he hecho nada para delatarme.
–Kabuto... vaya, veo que estás "creando unas píldoras" ¿no es así? —sonrió sarcástico mientras sacaba su lengua.
–Así es... aunque... espero que puedan funcionar a la perfección para incrementar el poder de Yukimaru. —me giré hacia donde se encontraban los tubos de ensayo.
–Humm... ya veo. —rió irónico— Bueno, será mejor tomar mi medicina, necesito descansar un poco.
–Claro, Orochimaru sama, no se preocupe, aquí le entrego su píldora, y si me disculpa... debo buscar una planta medicinal para continuar con mi investigación. —acomode mis lentes para salir delante de él, dirigiéndome hacia el pasillo donde la pequeña se encontraba.
Al retomar mi paso, divide hacia atrás apreciando que Orochimaru se alejaba hacia su habitación, espere entre un pasillo donde me escabullí para que él se retirara, y así fue, sus pasos dejaron de escucharse, corriendo a la habitación de la pequeña, abriendo la puerta.
–¿Donde estoy, papá? —preguntaba la niña muy asustada con una voz tan parecida a...—
La pequeña yacía despierta en el momento en que kabuto se retiró, observando el lugar con detenimiento, asustada, sin entender que pasaba, hasta escuchar la voz del joven que la había salvado.
ESTÁS LEYENDO
¿Amarte u Odiarte? (Hidan y tú)
FanfictionAmi Karatachi es única sobreviviente de su clan tras no conservar recuerdo alguno de su pasado, al ser ella considerada huérfana dueña de un poder inimaginable y víctima de un trastorno de personalidad múltiple encuentra a un hombre quien se apiada...