¿Amarte u Odiarte? (Hidan y tú)

Capitulo 5

HOGAR TEMPORAL

Y sí, nuevamente estaba en un lugar diferente, la hermosa casa donde viviría junto con él, el hombre que ahora me miraba y reflejaba una sonrisa nostálgica, pero... ¿quien es él?

–Miya. Es un gusto conocerte, mi nombre el Kayuko Misaki, este será tu nuevo hogar temporalmente... —Respondió con una voz amable mientras retiraba un cigarrillo de su boca, el humo dejaba ver sus ojos púrpuras, para después suspirar, fue interrumpido enseguida por Miya.

–¿Temporalmente?, acaso... solo viviré aquí por un tiempo —continúo en voz baja con tristeza— ¿Cuánto tiempo?—pregunté.

El hombre que se hacía llamar Kayuko lanzó una sonrisa única, parecía como si se reflejara un sentimiento como lo haría un padre, pero yo no sé si alguna vez tuve uno en realidad.

El señor Kayuko indicó que pasáramos, Kabuto estaba algo misterioso, su expresión cambió de repente, una seriedad, una ansiedad o tal vez tristeza...

–Tomen asiento por favor; les explicaré. —procedimos a sentarnos, por lo qué él imitó nuestra acción.

¿Ahora qué haré?—Preguntó Kabuto con preocupación y molestia— me tiene de nervios esta situación, prometí que no dejaría que te hicieran daño, pero tampoco quiero dejarte sola, aún eres muy pequeña, Miya... ¿por qué?
Me comienzo a lamentar de manera estúpida, pero ahora deberás aprender a vivir, ahora que posees el poder del Bijuu, será un duro trabajo.
Volveré por ti, mi pequeña Miya.

–Joven Kabuto, disculpe, ¡Kabuto! —resonó.

–Oh, si... ¿Diga? Lo siento, no estaba escuchando. —dijo desconcertado mientras tapaba su cara con sus manos.

–Ka...buto, ¿te encuentras bien? —Miya cuestionó preocupada.

–Si, continuemos, no pasa nada. —abrazando a la pequeña de cabello castaño.

–Este será tu hogar temporal ya que yo seré quien cuide y procure de ti, te capacitaré o mejor dicho, te entrenaré para continuar con tu destino. Ahora eres muy pequeña para entenderlo todo, pero pronto llegará ese momento en el cual debas preocuparte. Posees un gran poder, y vamos a reforzarlo, asimismo esto no será nada sencillo, pero con el paso de los años aprenderás mucho y continuar con tu camino ninja. —Explicó Kayuko con una sonrisa.

–Mi... ¿camino ninja? —bajo la mirada asustada.

–Exacto Miya. Es un camino difícil, es algo qué tal vez nunca habías pensado, pero ahora deberás luchar por tu bienestar, proteger lo más sagrado de lo que ahora gozas. Yo creo en ti, y en que lograrás tu objetivo. Es más, te propongo algo:
Si logras completar tu entrenamiento y te portas bien, yo mismo iré por ti los fines de semana para invitarte a algún lugar, ¿Te parece? —Kabuto sonrió para la menor—

–¿Me lo juras? —imaginaba cómo estaría a su lado, jugaría, lo abrazaría... tal vez...

–No lo dudes. —sonrió con mucha franqueza.

–Aceptó. —por dentro mis ilusiones se abrían al escuchar las palabras del chico de pelo grisáceo. Estoy dispuesta a
lograrlo, lo prometo.

–Bueno, Kabuto... es hora de retirarte, ¿Orochimaru te espera, no es así?

–Así es. Bueno, debo irme... Miya, no olvides tu objetivo nunca, iré por ti, y pronto nos volveremos a encontrar—culminó con un fuerte abrazo hacia su pequeña mientras unas gotas de lágrimas se deslizaban por el cuello de la pequeña, un nuevo sentimiento surgía por parte de Kabuto.

Él salió de aquel templo, yo me quede estática, inmensas ganas de llorar invadían mis ojos, pero no era tiempo, ahora mismo estaría dispuesta a cumplir con mi obligación, yo hice una promesa y... no podría fallar.