REENCUENTRO
Una mujer salía de un gran templo prestigioso, la luz del sol comenzaba a alumbrar un cuerpo delineado y unos hermosos ojos violetas que se acompañaban de una sensual sonrisa a la par de un cabello castaño largo que se elevaba por el viento.
Caminaba firme, con seguridad y llena de vida, teniendo a lado a varios aprendices con túnicas los cuales la observaban y saludaban.—Miya-sama. Buenos días. —se inclinó uno de los discípulos shinobi quien realizaba una reverencia al igual que los demás.
—No es necesario que hagan eso, saben que no me agrada. Aquí todo shinobi es igual, así que entiendan esto. Además, están para aprender y superar al maestro. —Rió humildemente mientras seguía caminando a la salida del templo.
Los aprendices sonreían y hablaban entre ellos haciendo mención ante su bondad, claramente atraídos por su belleza tan peculiar.
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—Definitivamente eres tan apetecible, me vas a volver loco. —Dijo una voz grave detrás de ella, quien la tomó del hombro de manera suave y hablándole al oído en voz baja lamiendo su cuello.—Tú... Hi... ahhh. —Gimió para después girar la cabeza y mirada hacia aquella silueta que marcaba unos ojos violetas intensos en compañía de una risa pícara.
•—¡Miya! ¡Estás preciosa! —Resonó en un tono alegre e interesado.
—K-kab... ¿Kabuto?, e-ere-s tú. ¡ERES TÚ! —Corrió hacia él entre abundantes lágrimas.
—Sí, soy yo, ¿quien más puedo ser? —Respondió confiado.
—Te extrañe tanto, pero tanto. ¿Por qué me abandonaste tanto tiempo? —Demandó saber con enojo y tristeza la joven aún con lágrimas— ¿Sabes por todo lo que he tenido que pasar?, no te imaginas cuantas noches tuve que llorar sin verte, o recibir cartas tu...
El peli-plata la tomó entre sus brazos para abrazarla, mientras que ella se veía confundida pero aquel peso dejaba de ser abundante y terminado al sentir el tierno toque hacia su cabeza acariciandola despacio.
—Lo sé, lo sé... lamento tanto haberte dejado este tiempo, tú cabello huele tan bien... —Acercándose a la joven castaña quien era ahora prisionera de esos brazos.
—T-te... te extraño mucho. —Acogiéndose en su regazo mientras cerraba los ojos pasivamente.
—Sabía que resistirías sin mi, pero... no tanto como desear estar conmigo. —Rió egocéntrico.
—Idiota, ya no estás con aquella niña, el que me extrañó fuiste tú, Kabuto. —Dio media sonrisa y se alejó lentamente para darle la espalda— ¿Y cómo está lord Orochumaru? Sé que pasaron muchas cosas, pero, por mi aislamiento completo pues, era obvio que no sabría mucho... solo Kayuko-sama me informó de lo que ya sabemos sobre las aldeas en todos estos años.
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Querido Diario
Han pasado más de diez años, sin embargo, he tenido un gran progreso durante en absoluto aislamiento que tuve, han sido entrenamientos muy duros y... siento que ella está aquí, no sé quién sea, no sé cómo se llama. Ella es como mi ángel guardián. Hoy es por fin el día
•—Buenos días, Kabuto... —Se asomó una sombra quien bajaba unas extensas escaleras.
—Señor Kayuko, vaya... no ha envejecido nada... —Dijo sí aprendido tratando de disimular cruzando los brazos nervioso.
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¿Amarte u Odiarte? (Hidan y tú)
FanfictionAmi Karatachi es única sobreviviente de su clan tras no conservar recuerdo alguno de su pasado, al ser ella considerada huérfana dueña de un poder inimaginable y víctima de un trastorno de personalidad múltiple encuentra a un hombre quien se apiada...