Before You Go | Nico Di Angelo Y Tú |

Capítulo 5: Dioses y semidioses

Pov ____

Mientras el sol salia pude escuchar desde la lejanía como el campamento comenzaba a tomar vida. Las voces de chicos gritando, hablando, trabajando, divirtiéndose,  incluso el choque de espadas se distinguía desde aquí. Poco a poco uno que otro campista llegaba a la enfermería con ayuda de otros. Estos eran atendidos de inmediato por el moreno que se había presentado como Austin Lake, tal parece que Will no era él único encargado de la enfermería. Pase aquí gran parte del día aunque no puedo quejarme, el moreno me dio un poco de néctar ya que aún no estaba en condiciones de salir a desayunar, comer y cenar como los demás, pero no podía quejarme, el néctar era delicioso al igual que la ambrosía. Solo me daban lo suficiente, no quería morir incinerada.

Me aburría como ostra en este lugar y lo mejor que podía hacer era charlar con Austin. Me contaba anécdotas de todo el campamento pero sobre todo de chicos en especiales. Percy Jackson era el que más se repetía, tal parece que este chico es bueno para meterse en problemas más no esta sólo, sus amigos siempre están a su lado. El héroe del Olimpo. Así le dicen. Y es que lo ha salvado tantas veces que incluso los dioses le ofrecieron ser uno pero es un buen chico que sabe a dónde pertenece y en donde quiere estar, y a lado de quienes. No se salto en contarme la parte dónde el hijo de Poseidon mantenía una relación amorosa con una hija de Atenea, Annabeth Chase, y que Percy no era del agrado de su suegra, al menos no por completó. También me contó de otros chicos, Jason y Piper, Leo, Hazel y Frank, y que estos eran del campamento Júpiter aunque no profundizo mucho en eso de por sí ya era bastante información, por último menciono a Nico Di Angelo y que este último era novio de Will. No me sorprendí en realidad. Amor es amor, no importa el sexo.

Para cuando termino de contarme anécdotas, el ajetreo de la tarde pareció disminuir y el pudo descansar. Me dijo que en un rato regresaba y se marchó. Por mi parte sólo me quedaba acostarme en la camilla y pensar en todo lo que había aprendido hoy. Dioses y semidioses. Parecía que la fantasía se había salido de los libros y películas para jugarme una mala broma. Aún no entendía del todo lo que estaba pasando pero el recuerdo de aquel sueño me hizo pensar que nada era una ilusión y que tenía que averiguar quién era mi madre. Aún más importante, ¿quién soy yo?

Estaba apunto de quedarme dormida cuando el sonido de unos cascos resuenan por la enfermería. Mi mirada viaja hasta la puerta dónde Will junto a una criatura mitad hombre, mitad caballo, se acercan a mi. De inmediato me incorporo en la camilla hasta quedar sentada pero la estupefacción no abandona mi rostro y la criatura me dedica una sonrisa cuando ambos se detienen.

-Lamento no haber venido antes a darle la bienvenida pero los dioses me citaron en el Olimpo. -su mirada refleja una disculpa sincera y tan solo asiento. -Yo soy Quiron, director de actividades del campamento mestizo, es un placer.

-El placer es mio, ____ De Silva. -intento sonar cortes y controlar la ansiedad que estoy apunto de tener.

-Will me ha dicho que te has recuperado bastante rápido a pesar de la gravedad de tus heridas y dado a que llevas cuatro días aquí, mañana mismo podrás incorporarte al campamento.

-Tan sólo tendrás que venir a verme una vez en la tarde para que te revise y cambie el vendaje pero a este paso solo la tendrás por dos o tres días más. -intervino para dar un par de indicaciones pero yo necesitaba más que eso.

-Antes me gustaría una explicación, si no les molesta. -mire fijamente al hombre caballo. -Usted sabe quien es mi madre, ¿verdad?

-En efecto y ella personalmente me ha pedido no revelarle nada. -la sinceridad era algo que no me esperaba y tal parece que el rubio tan poco.

-¿Por qué? -no entendía cuál era el objetivo de esto.

-Todo a su debido tiempo, señorita. -yo sabía que la sinceridad duraría poco. -Es mejor que descanse y se prepare para el largo día de mañana.

Sin más que decir, se retiró. Will, sin embargo, se quedó a hacerme compañía. Pero no podía dejar de pensar en todo lo que había aprendido hoy.

-Se que todo es muy confuso ahora pero veras que aquí nunca más te sentirás fuera de lugar como allá afuera. -me dedico una mirada tierna.

-¿Qué te hace pensar que no me sentía cómoda?

-A los semidioses nos cuesta mucho intentar encajar en un mundo que no es el nuestro. Creeme, es difícil para todos.

-¿Y si tampoco encajó aquí? -mis manos estaban en mi regazo y no podía evitar jugar con mis dedos.

-Sera casi imposible pero si pasará, recuerda que yo soy tu amigo. -se había sentado hace un momento cerca de la camilla y tomó una de mis manos.

-Gracias, Will, por todo. -le sonreí mientras tomaba su mano. -Y esperó que tu novio no me corte la cabeza por estar contigo.

-¿De que hablas? -sus mejillas se tornaron rojas y su mano empezó a temblar entre las mías.

-Digamos que Austin le gusta hablar cuando entra en confianza. -solté una risa mientras el se ponía aún más rojo. -Lo describió como impulsivo y vengativo, pero que es alguien que te ama y daría todo por ti.

-Quizá debería evitar que mis hermanos hablaran contigo. -soltó una risa nerviosa.

-No tienes nada de que avergonzarte, tú felicidad es lo único que cuenta. -le sonreí. -Y creo que es un chico muy lindo por amarte de esa forma tan... Tierna.

-Nico puede ser algo difícil pero es un gran chico y un excelente novio. -la sonrisa que adornaba su rostro era de alegría pura.

-Ya quiero conocerlo. -confesé.

-Lo harás, prometo presentarlos mañana y lo convenceré de que te muestre el campamento.

-Eso me vendría bien. -inconscientemente lo envolví entre mis brazos y susurré en su oído: -Gracias por hacerme compañía, en verdad lo necesitaba.

-No hay de que. -me envolví en un abrazo bastante cálido y cuando se separo me dio un beso en la frente. -Descansa, mañana sera un largo día.