Day 8

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- Entonces... ¿piensan decirme porque estaban encerrados en la azotea? - pregunto la directora, no quería verla a la cara, por lo que la mantuve mi mirada fija en el suelo, nerviosa y asustada, mire por unos segundos a James, quien parecía indiferente ante todo - ¿no dirán nada?,¿señorita Miller?

- Ah.. pues - quise excusarme, pero no tenia nada que decir, empece a tartamudear y a tratar de apartar los flequillos y las pequeñas gotas de agua mezcladas con sudor que se escurrían por mi rostro - no tengo nada que decir - pronuncie al final, debía aceptar mi error, sabia que estaba prohibido subir a la azotea, pero, aun cuanto quería pagar las consecuencias, temía de perder mi beca, la que tanto había luchado por obtener - haré lo que sea pero, no me retire la beca - susurre al final, levantando la mirada.

- No se te retirara la beca, pero esto no puede pasarse por alto - pronuncio dejando salir un suspiro, removió varias papeles y se detuvo al encontrar lo que quería - bueno... justo en la biblioteca se necesita ayuda, también en el comedor... - murmuro observando los papeles, quise sonreír, pero me aguante, no quería que descubriera el hecho de que no me desagradaba el ayudar en la biblioteca y no era mala en la cocina, seria perfecto para mi - entonces, James y Hayley, los dos tendrán que ayudar en ambos lugares, de lunes a martes la biblioteca y de jueves a viernes el comedor.

Abrí los ojos de par en par, claramente no estaba de acuerdo con esto, pero viendo la situación en la que me encontraba, no podía renegar nada, tenia que pensar en mi futuro, de repente, James se levanto bruscamente de la silla, haciéndome exaltar, estaba nervioso y al igual que yo, sorprendido.

- no puedo hacer esto... - renegó, me miro estupefacto y después a la directora, suspire cansada y rasque mi cabeza, debía cumplir con lo que me pedían, inclusive si esto seria el estar con el - Tengo un trabajo y...

- ¿trabajo?, ¿de que habla joven James? - pregunto la directora, arreglándose sus gafas y acomodándose en su silla - usted sabe que esta prohibido el tener trabajos de medio tiempo en esta universidad - prosiguió a decir.

- E..es un trabajo de la universidad - intervine de por medio, ambos me miraron, James fruncio el ceño y yo me levante juntandome con el - v... vera, el y yo somos compañeros en ese proyecto.

El solo asintió y después, de que la directora nos creyera "milagrosamente", nos entrego los horarios, advirtiéndonos de no volver a cometer otro error, porque entonces si tendría que estar involucrado nuestro futuro. Me fue adelante, quería quitarme toda esta ropa empapada y dormir lo que me quedaba el resto de la tarde, no voltee a mirar a James ni por un segundo, no tenia ni idea de porque había decidido salvarle el pellejo.

Sabia de su trabajo en el supermercado, pero en realidad, no tenia porque haber mentido, ni buscar mas problemas.

"Eres demasiado débil"

Atine con gruñir fastidiada, llegue al hotel, subí por las escaleras, jamas arreglarían el puto ascensor, llegue a mi piso casi arrastrando mis pies, abrí la puerta, me di un baño rápido, me cambie y me lance en la cama, inhale el olor de las sabanas limpias y desee sucumbir en el sueño.

"No es nada cerda, solo quiero dormir"

Volví a abrir los ojos, mi corazón latía a mil, forme una mueca de disgusto y me riñe a mi misma por haber soñado con James, mire la hora, eran las 4:23 AM, había dormido toda la tarde y parte de la noche, con razón me encontraba hambrienta, a oscuras me levante y me dirigí a mi pequeña cocina, saque del refrigerador la leche y busque le cereal, lo serví en un plato y me puse a comer.

"¿Sabes cuantas calorías tiene eso?"

No lo se, ya después me dices, quiero comer en paz.

Por poco dejo caer la cuchara cuando la melodía de mi celular sonó, me atragante y busque rápidamente un vaso con agua, inclusive golpee mi pecho, intentando que todo pasara, me escabullí hasta la mesa de noche y casi sin aire conteste el teléfono.

- H...halo - dije resonando mi garganta - ¿quien es?

- Hayley, soy Connor - pronuncio, parpadee varias veces sorprendida, ¿como diablos sabia mi numero? - Sofia me dio tu numero, no tengo tiempo, ¿de casualidad sabes algo de James? - hay estaba la respuesta.

- ¿Tu amigo? - pregunte confundida, yo no tenia porque saber de el - yo no se de el, solo lo vi irse esta tarde, ¿porque?

- Diablos... - resoplo a través de la linea - de todas maneras, si llegas a saber algo de el me avisas.

- pero porque... - colgó, el puto colgó sin mas, tenia ganas de volver a llamarlo y cantarle la tabla del 1 al 10, pero al momento de llamar, mi puerta sonó, mis pelos se erizaron y sentí mis manos temblar - ¿quien diablos tocaría a esta hora de la madrugada? - tome lo primero que tenia al alcance, lo que para mi suerte, era el palo de la escoba, me acerque lentamente a la puerta y rece porque nada mala me pasase - ¿quien es? - nadie respondió, por lo que empece a dudar con si realmente lo había escuchado.

- H... Hayle....

Abrí mis ojos de par en par y deje caer el palo de la escoba, abrí la puerta rápidamente, sentí el peso de un cuerpo caer sobre mi, como un costal de papas, tropecé y caí de lleno al piso, asustada, trate de volver a incorporarme, pero se me era imposible, el frió recorrió mi cuerpo cuando las gotas de agua humedecían mi ropa, apreté los ojos y gruñí.

- DEMONIOS - grite, intentando alejar su cuerpo del mio, lo sentí quejarse y reprochar - ¡JAMES PÁRATE DE UNA VEZ!

- No seas ruidosa - refunfuño, apretó fuertemente su cuerpo contra el mio, los colores se me subieron a la cabeza, lo mataría, claro que lo haría - ¿y quien diablos es James?

Parpadee varias veces por su pregunta y lo intente ver a la cara, este mantenía su mirada en la mía, pero había algo diferente, el color de sus ojos, por un momento creí que bromeaba, así que decidí golpear fuertemente su cabeza, este se quejo y molesto me devolvió el golpe.

- ¿como que quien es James? - renegué molesta - ¡Pues tu idiota, ¿quien mas?!

- ya te he dicho que dejes llamarme James - pronuncio, formando un raro puchero, quise repararlo, era el, claro que era James, no había diferencia, bueno, si apartamos lo de la heterocromia - no me llamo así, ni conozco a nadie con ese nombre.

- Entonces... si no eres James, ¿quien eres? - le pregunte, rindiendome al final.

Lo pensó un momento, agachando la mirada, después de unos segundos me volvió a mirar y pronuncio.

- No lo se... realmente no lo se.

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HETEROCROMIA: es una anomalía que se presenta en los ojos, sobre todo, en los de los gatos, pero en cierto grado también es frecuente en los seres humanos. Debido a una gran concentración o falta de melanina, que es un compuesto en el cuerpo encargado de producir pigmento, así hace que los iris en la vista presenten más de un color. Resumiendolo todo, es tener un ojo de un color y el otro de otro color :v

¡NO ME TOQUES!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora