CAPÍTULO 13

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Cap. 13

Dave llegó a casa y de inmediato fue a su despacho, necesitaba un trago para asimilar lo que sentía ¿Por qué rayos no dejaba de pensar en su esposa? Ya no se hallaba sin ella; de todas maneras no era algo tan terrible, si desde que le propuso aquella locura, se dijo que era algo serio y real; pero anhelarla todo el tiempo era algo definitivamente loco. Apuró el trago y se dirigió a la puerta del despacho pensando "solo espero que ya esté en casa, no puedo esperar para verla" se sobrecogió por sus pensamientos, y algo intimidado fue en dirección a la habitación.

Abrió la puerta pensando en un sinnúmero de cosas, cosas que debía terminar de solucionar; no iba prestando mucha atención, desataba su corbata y con el pie cerró la puerta, entonces escuchó un leve ruido y levantó la cabeza, su boca se abrió ante la visión atrevida y seductora de su esposa; el camisón no era nada del otro mundo, era que simplemente le daba una apariencia fina y delicada, suave; pero al mismo tiempo pasional y salvaje; no sabía cómo lograba eso, pero estaba seguro que solo lo conseguía ella

- dijiste que me comprara algo lindo ¿te gusta?

- y tu dijiste que intentarías sorprenderme; pues déjame decirte que lo lograste, y yo diría que lograste mucho más ¿ya te dije que estás exquisita...?

Al día siguiente, finalmente salieron los dos de la casa, pero en lugar de ir de compras o cualquier otra cosa que involucrara gente, autos, ruido, etc. Fueron al campo, pasearon por lugares donde solo eran ellos dos y al anochecer regresaron a casa; después de lavarse y hacer el amor se acostaron a dormir, pensando cada uno, que todo estaba bien y que nada podía empañar su dicha.

Amy estaba en su despacho trabajando en algunos expedientes que necesitaban su revisión médica; su esposo la había acompañado en el ascensor hasta su piso, y después de uno de sus perfectos besos, la había dejado allí y había continuado para llegar a su despacho.

A media mañana Amy salió a hacer algunas visitas a empleados que se habían quejado de alguna manera y el departamento de bienestar laboral estaba estudiando sus casos para ver cómo podrían ayudarles. Iba algo distraída cuando una voz la sacó de sus pensamientos

- la bella doctora Lorenz – era uno de los abogados amigo de su esposo, lo había visto en un par de ocasiones

- buen día señor...

- soy Gandy, Paul Gandy; la vi en la fiesta de Madison, cuando las presentó como su equipo de trabajo; lo recuerdo como si fuera ayer, porque quedé demasiado encantado con lo hermosa que es

- gracias señor Gandy; es muy amable

- Paul por favor; y no trato de ser amable; siéndote franco lo que más me gustaría es que aceptaras salir conmigo a cenar

- ¡vaya! Que directo. Siento decepcionarlo, pero no estoy aceptando invitaciones de ese tipo señor Gandy – le dejaba claro que no quería ningún tipo de familiaridad con él

- ¡oh vamos! Doctora; no me diga eso, pensaré que he perdido mi encanto natural. Tengo que irme, el presidente de la firma me espera, pero en cuanto pueda vendré a buscarla para ver si la convenzo – y se alejó sin más, dejándola a ella pensando en decirle que no insistiera porque no conseguiría nada.

Amy continuó con su trabajo, no le dio mayor importancia al incidente; el hombre solo era un vanidoso y ella no sufriría por eso.

...

Paul Gandy entró al despacho de Dave Finley, presidente de la firma, con una gran sonrisa en el rostro

- Dave, amigo; espero que tu ánimo esté mucho mejor ahora que en Plymouth; ya sé que intentar actuar frente a esa mujer no es fácil; pero, la vida sigue – el otro le sonrió a medias; Gandy se tomaba la vida demasiado a la ligera – te diré algo; creo que me gusta una chica que trabaja en esta empresa, me gusta de verdad; podría pensar seriamente en una relación estable; claro que primero debo convencerla de salir conmigo

CUIDARÉ DE TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora