CAPÍTULO 10

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Cap. 10

Amy decidió pasar por alto el almuerzo, solo tomó una barra energética de una de las máquinas expendedoras y con eso estaría hasta la noche cuando regresara a casa. Fue al ático para descansar, tenía dos horas para hacerlo; al llegar, se puso una camisa de su esposo y luego revisó él móvil; su corazón se aceleró y su cuerpo se acaloró de inmediato al leer el mensaje con el que su esposo le respondía el que ella había enviado "también te extraño, espero encontrar un hueco lo más pronto posible para volver a tu lado... y a tu delicioso cuerpo" sin dudarlo siquiera un instante, escribió uno en respuesta "también eres delicioso; me encanta ser tuya" y para aumentar la apuesta, se soltó la camisa dejando ver algo de sus atributos, se tomó una fotografía y se la envió; minutos más tarde, un nuevo mensaje entró a su bandeja "eres preciosa Amy; mis camisas te quedan estupendas; lamento no estar a tu lado para sacarte esa prenda lentamente mientras voy saboreando tu suave piel... te llamo en cuanto pueda" ella sonrió entendiendo también que ya no podía enviarle más mensajes; pero sintiendo dentro de ella, que todo iba cada vez mejor.

Trabajó toda la tarde con Valery y al terminar la jornada, bajó al estacionamiento un tanto temerosa y ya no tan convencida de que todo estaba bien con Dave; él no la había llamado; era probable que estuviese ocupado, o que tal vez, ella no fuese tan importante para él, como le decía.

En el estacionamiento se encontró con que el auto asignado a la presidencia de la firma estaba preparado y esperando por ella; un hombre de seguridad le abrió la puerta y esperó a que ella se acomodara en el cómodo asiento para cerrar, luego el hombre subió al puesto del copiloto y el vehículo se puso en marcha. En ningún momento la doctora se percató de que Valery, la había visto subir al auto y eso le había extrañado en gran manera, pero la antigua compañera de estudio de Madison, no pudo prestarle mucha atención al asunto de Amy, ya que a ella, un auto similar también la estaba esperando; con algo de aprehensión fue al vehículo y también a los pocos minutos salía del estacionamiento del edificio.

Al llegar a casa, Amy bajó del auto luego de que el hombre de seguridad le abriera la puerta, y se dirigió al interior; el mayordomo de Dave le salió al encuentro

- señora, bienvenida a casa

- hola...

- Lester por favor señora ¿le apetece cenar ya?

- en un momento Lester, y por favor, llámeme Amy, nada de señora – el hombre le sonrió con amabilidad, después de todo, a Dave también lo llamaba por su nombre, la esposa de su patrón, cada vez le ganaba mucho más

- como guste Amy; Carl ha pedido hablar con usted después de la cena

- gracias, me lavaré y vendré enseguida

Eso fue lo que hizo; no entendía porque se sentía triste; después de estar lista, fue a un acogedor comedor para dos personas que estaba en una terraza sobre el jardín trasero; Lester le hizo servir en ese lugar para que no se sintiera tan sola, cuando ella iba por la mitad se cansó de verla cabizbaja, y como ya le simpatizaba bastante, fue a hacerle compañía

- ¿puedo sentarme con usted señora?

- será un gusto Lester; pero hábleme de tú; no me gusta tanta formalidad

- está bien; dime muchacha ¿te sientes triste por algo en especial? – ella sonrió con timidez

- solo un poco; pero no es una tristeza dañina, es más bien añoranza; cuando has pasado toda la vida en soledad y de repente, encuentras a alguien que te muestra un leve reflejo de lo que puede ser vivir de verdad; pero casi de inmediato te tienes que separar de él – confió de inmediato en Lester; el hombre sonrió con simpatía

CUIDARÉ DE TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora