Cap. 11
Esa misma noche en casa de Elaine; Spencer había decidido, como era natural en él; revisar los documentos de Eddie Finley; todo lo que Dave le había entregado antes de irse, para que él, el más meticuloso de todos, lo viera y lo estudiara; llevaría algo más de una hora en el despacho del fallecido padre de su amigo, cuando la puerta se abrió y la viuda, ataviada con un demasiado seductor camisón negro, entró en el lugar, fingiendo que no había descubierto al hombre presente allí; Spencer sonrió recordando las recomendaciones de Dave de como tratara a Elaine; carraspeó para hacerse notar y la mujer volvió el rostro hacia él
- ¡oh! Cuanto lo siento; no sabía que estuviera alguien levantado todavía en la casa; vine por un libro, me encanta leer – se tornó triste de repente – y en este momento que el sueño parece rehuirme, pensé que un buen libro, me podría ayudar
- no te disculpes Elaine; esta es tu casa – le habló con confianza y familiaridad como si se conocieran de hace mucho tiempo; se levantó del lugar donde estaba y caminó hasta ella viéndola de manera especial; odiaba que Dave lo hubiera involucrado en sus planes; su amigo contaba con que ella dirigiera sus atenciones hacia Spencer si tenía oportunidad, y ellos se la darían – dime que libro vas a leer, lo alcanzaré para ti – dijo parándose cerca de ella
- gracias Spencer – ella pensó que el hombre ya estaba seducido por sus encantos y le puso una mano sobre el brazo, deslizándola con suavidad – pero tal vez sí puedo hablar con alguien, eso sea una mejor terapia para mi falta de sueño
- me parece bien, si puedo ayudar en algo, estoy aquí para ayudar – fueron a un sofá y Spencer se sentó esperando que ella se hiciera frente a él, pero ella se sentó junto a él dejando muy poca distancia – dime ¿de qué quieres hablar?
- bien; la verdad es que no quiero que te lleves una idea equivocada de mí; verás, mi esposo acaba de morir, y yo estoy muy triste, no quería que terminara así, pero lo cierto es que nos íbamos a divorciar – Spencer mantenía su infaltable grabadora activa en la bolsa de su saco
- ¿de verdad? ¿ya lo habían hablado? ¿Quién quería el divorcio, él o tú?
- no, no lo habíamos hablado y se lo iba a pedir yo – unas muy forzadas lágrimas aparecieron en sus ojos – lo cierto es que aunque al comienzo de nuestra relación, pensé que la diferencia de edad no tenía importancia; ya sabes lo que dicen "el amor no tiene edad" pero los inconvenientes aparecieron, tuve que pasar la mayor parte del tiempo sola; soy una mujer con un sano apetito sexual, me gusta considerar que soy sensual y que tengo como atraer a un hombre; pero mi Eddie no parecía percatarse de lo que tenía en mí; estaba matando mi pasión – mientras hablaba, pasaba una mano por su cuerpo de manera aparentemente descuidada y la otra mano la tenía sobre el respaldo del sofá, justo tras la cabeza de Spencer
- es comprensible que te quisieras divorciar – ella probó a dejar que sus dedos tocaran el cabello de Spencer pero este volvió la cabeza para verla a los ojos
- llevo tanto tiempo sin un verdadero hombre en mi vida – dijo con una voz algo ronca, pero Spencer, desde luego no iba a ir hasta donde ella le insinuaba
- me apena tu situación; de veras que pienso que no hay nada como un mal matrimonio; aunque realmente es algo que jamás podré comprobar en mí mismo; - mostró la alianza en su mano – estoy felizmente casado con la mujer más maravillosa que ha pisado esta tierra – en eso la puerta volvió a abrirse y aparecieron Doug y Gandy
- Scott; lo siento señora Finley; necesitábamos hablar algo con nuestro amigo, no sabíamos que estaba en tan buena compañía – Scott intentó disimular la molestia ante la mofa de Doug y le sonrió a Elaine
ESTÁS LEYENDO
CUIDARÉ DE TÍ
RomanceSERIE VIRGINALES # 3 Ella vive en un infierno sobre la tierra y necesita desesperadamente escapar de él; la ayuda llega de manera inesperada de un autentico desconocido. Ahora se enfrenta a la difícil toma de una crucial decisión ¿aceptará la alocad...