Capitulo XIV

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Una Familia muy peculiar

Después de seguir a la anciana a la patrulla y ayudarle a subir, cosa que la hizo muy feliz ya que Nick la cargo para subirla al asiento del copiloto, y después de que la anciana le enseñara a Judy algo de respeto a sus mayores al ceder los asientos a los mismos, la coneja no fue muy feliz siendo transportada en el asiento de atrás, aunque el asiento del copiloto era bastante amplio para ambas, la ancianita se empecinó en ocuparlo ella sola, al cabo de un corto recorrido arribaron a la casa, ambos oficiales la bajaron, aliviados de dejarla en su destino, la acompañaron a la puerta, sin intención de quedarse claro esta, aunque la anciana insistía en recompensar su amabilidad, invitándolos a ambos a la celebración, bueno mas a Nick de forma muy sutil, ambos solo la llevaron a la puerta.

-bueno señora…
-dime  Ines cariño, ¿no quedamos en dirigirnos por nuestros nombres?
-bueno Ines- dijo un zorro exasperado, con una Judy que seguía disfrutando la molestia de su compañero ante las insinuaciones de la viejecita- le deseo un muy feliz cumpleaños
-esperen oficiales, de verdad quiero agradecerles, porque no pasan un mo…- pero no pudo terminar de hablar, la puerta se abrió y una linda conejita blanca salto a los brazos de la marmota
- ¡Abuelita!- Nick y Judy, abrieron sus bocas confusos, al interior de la instancia, pudieron ver los rostros de muchos conejos y marmotas, que al parecer respiraron aliviados al ver a la anciana
-¿Que?...- intento hablar Judy pero no podía articular palabra, ¿esa era la familia de la anciana?,

-¿quienes son ellos abuelita?- pregunto la niña, sacando a ambos oficiales  de su sorpresa
-ellos son oficiales de policía cariño, me hicieron el favor de traerme hasta aquí- en eso un conejo blanco con negro se acerco, para estrechar en una abrazo a la anciana marmota
- mamá, nos tenias preocupados, llamamos a tu casa varias veces, porque no contestabas
-hay cariño, cuando la tormenta paso, me subi a mi auto, pero repentinamente otra vez la nieve lo cubrió todo, así que use la radio que mi Harry instaló en el mismo para comunicarme con la policía para que pasaran por mi-  Nick empezó a  pasar la vista por todos los ojos que los miraban con interés, notando algunas similitudes algo raras, algunos de ellos tenían orejas mas cortas, así como algunas marmotas tenían pelajes claros, raros en su raza, de repente vino a su mente la conversación que tuvo con Marsh en la estación, relaciones interespecies, en eso sintió la pata de Judy en la suya, halándolo, desvío su vista para verla, encontrándose con esos hermosos ojos violeta que tanto adoraba, al parecer la coneja había observado lo mismo que el, parecía embargarla una extraña felicidad, sus ojos brillaban mas de la cuenta, el sonrió de lado, pero antes de que pudiera hacer nada mas, otra pata lo jalo dentro de la casa.

- niñas quiero presentarles al oficial Nickolas Wilde de la ZPD- dijo la anciana aferrada al brazo del zorro, halándolo hacia el interior de la casa, muchas de las presentes lanzaron grititos de sorpresa, otras simplemente susurraron entre ellas, riendo en secreto después, Nick se sintió incomodo con la situación, escucho la puerta cerrarse, se volteo, ahí en el umbral estaba su coneja, nada contenta con la situación, cruzada de brazos, su mirada prometía una fiera represalia en su contra, Nick trago duro e intento hablar, pero se vio rodeado de varias jovencitas que empezaron a acribillarlo con preguntas
-¿ usted es el héroe de Zootopia verdad?
-yo…
-¿es el primer zorro policía?, eso es lo que oi
-ah...
-¿En verdad?
-claro que lo es, lo dijeron en las noticias
-¿Tuvo miedo cuando peleo con los malos?- pregunto una voz mas infantil
- yo…- pero ellas parecían no escucharlo, seguían y seguían preguntando, entre tanto Judy empezaba a molestarse enserio, Ines se aproximo a la coneja al notar su molestia.

- Su compañero es muy atractivo oficial- Judy dejo de mirar a Nick por un segundo para concentrarse en la anciana, había algo que quería preguntarle
- Señora Ines, su esposo…¿Era?...ante la interrogativa de la coneja, la anciana sonrió, no era raro que le preguntaran algo asi, por eso se habían mudado a Tundra Town, por la tolerancia y la aceptación de las relaciones interespecies
-Un hermoso conejo de pelaje tan rojo como de ese sexi zorro
-Pero…¿como?
-Jajajaja, oficial no me diga que es la primera vez que oye hablar de una relación interespecie
-La verdad si
-bueno aquí en Tundra Town no es raro y antes de que me pregunte su siguiente duda, si, el y yo procreamos, no sabíamos que se podía, pero ahí esta la prueba en mis mas de 10 hijos y 20 nietos y nietas- judy se quedo sin palabras y antes de poder seguir preguntando, sus largas orejas oyeron algo que la hizo girarse hacia Nick

-¿ tiene novia?-pregunto una de ellas, silenciando al resto, todas a la expectativa de su respuesta
- bueno…- intento decir el zorro, pero recordó que su coneja le debía una, después de echarle un vistaso rápido, para ver si estaba pendiente de su respuesta, puso su pata en su mentón, pensativo, cosa que para Judy fue la gota que derramo el vaso, decidida cerro sus puños e intento acercarse a Nick, pero su paso fue obstruido por un conejo café con blanco, bastante atractivo, con una camiseta manga corta azul pegada a sus pectorales, era mas alto que ella, la miraba con una sonrisa en su rostro
- ¿Usted es la oficial Hopps verdad?
-Ah…bueno si
-Es un verdadero placer tenerla aquí oficial- dijo otro conejo, parecía su gemelo del primero, con la diferencia de que era mas delgado y llevaba una camisa celeste con las mangas dobladas
-bueno…gracias
-hemos oído de sus hazañas, permítame presentarme, soy Steven - dijo otro conejo de blanco pelaje con un saco negro y lentes, besando la pata de una sonrojada Judy

-es un placer Stev...
-no la acapares para ti Steven, permítame oficial Hopps, soy Paul- dijo otro conejo pardo, algo mas alto con ojos azules, guiñando un ojo y tomando la pata de una mas azorada coneja, que no sabia que decir, de repente se vio rodeada de mas conejos e incluso marmotas machos , empezó a retroceder instintivamente, pero la puerta de entrada estaba a su espalda, no sabia que hacer, mas que agradecer cuando le hacían un cumplido, empezaron a hablar todos a la vez
- niños, niños- sono la voz de Ines,  abriéndose paso entre los machos para llegar a la coneja, poniéndose en frente de ella- no la azoren tanto, esta bien que este en celo, pero ese no es motivo para que la acorralen todos a la vez ¿ no creen?

abuela!- dijeron todos a la vez, mientras sus rostros se sonrojaban, pero no mas que el de una coneja policía que se había quedado sin habla -¿Como?...¿como es que ella sabia algo así?- pensaba Judy,
-hay pequeña, no tienes porque avergonzarte, teniendo hijas mitad conejo, se de estas cosas, tu aroma es muy particular para una nariz entrenada, no te apenes es lo mas natural del mundo- dijo Ines mirando de soslayo a la coneja, que parecía decir trágame tierra,  pero el mas asombrado era un astuto zorro, que no daba crédito a lo que acababa de oir, pero podía distinguir claramente el rostro de su compañera, el sonrojo de ella y su repentino mutismo daban como verdaderas esas palabras,- asi que eso había sido- se afirmo mentalmente, habia dejado de prestar atención a sus admiradoras en cuanto oyó al primer conejo presentarse con su Judy, estaba a punto de intervenir cuando la abuela le gano, ahora una sonrisa malévola comenzaba a formarse en su rostro.

El celo de JudyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora