Serena no había dejado de hablar en todo el rato. Me había contado sobre nuestra familia imaginaria, nuestros padres se llamaban Charles y Kate. Empezaba creer que ella si que estaba loca de verdad, pero en fin, como para no estarlo, en unos dias seguro que estaré para que me encierren en un manicomio de esos que usan camisas de fuerza. El simple pensamiento me produjo un escalofrio.
-¿Tienes frio?- me preguntó preocupada Serena- o es que...
-No, no- la respondió Ethan.- ya se ha transformado esta noche. Venga no empieces a Jeminizar.
-¿Jeminizar?-pregunté curiosa.
-Siiii, así es como llamamos a preocuparse demasiado- me respondió, con mucho entusiasmo, dios de verdad que era muy entusiasta, Serena- Por Jem, no lo digas delante suya claro. A Caleb se le escapó una vez, se puso rojísimo y no supo salir del aprieto- recordó riendose.
-Y aunque estos dos se crean que no lo sé, Ethaniezar es lo contrario- me dijo Ethan con una mirada complice- Tambien se le escapó un dia a Caleb.
-¿Porque será que me pitan los oidos?-Caleb apareció de la nada entre nosotros. Serena pegó un bote y en un acto reflejo le dio una bofetada tan fuerte que se debio oir al otro lado del bosque. Ethan se echó a reir de forma tan estrepitosa que nos acabo contagiando a las dos, mientras el pobre Caleb seguía retorciendose en el suelo. - Te pienso denunciar por maltrato S - advirtió Caleb.
-¿Cariño estás bien?- intentó decir S entre carcajadas- Pero un asi es tu culpa, no deberías habernos asustado.
-Bien S, bien- se rió Ethan- esa es la tipica frase del maltratador. Caleb tio, buscate a una mejor. Esto nos hace daño a los que te queremos.
- Oye! Como sigas asi te vas a llevar tú otra- contraatacó Serena.
- Creo que me has roto la mandibula S.
- No empieces a lloriquear ahora Caleb.
Los tres parecian un trio cómico profesional, pero por detras de tanta risa no podía dejar de pensar en que eso no era más que una manera de sobrevivir a la realidad que vivían. Y que ahora tambien viviría yo.
- En fin, pasando por alto el hecho de que mi novia me maltrata- añadió Caleb dirigiéndose hacia a mi, que todavía no había hablado desde su llegada,- Me alegro que te hayas apuntado Galia, esta es la mejor forma de conocer a la gente. Jem te aburriría al presentartelos.
- Vaya no le teneis mucho cariño a Jem, ¿no?- afirmé. Esto no dejaba de parecerme raro. Bueno, era el lider de su... Manada (jamás me acostumbraré a esa palabra). Vale que no fuera un gran amigo suyo, pero al menos debería impornerles respeto.
- Noo, no es eso- se apresuró a decir S.- Todos queremos a Jem, pero es... Bueno es Jem. Ya lo entenderás.
- Vamos a entrar ya, la diversión está ahi Galia, y te prometí diversión- Ethan los empezó a empujar a todos para que avanzaramos entre los árboles.
Finalmente llegamos a una explanada abarrotada de gente. A lo mejor no había tanta, pero en ese momento me pareció que había miles de personas. No parecia que ninguno pasara de los 24. De alguna manera habían colocado dos altavoces gigante, y aunque ahora si escuchaba la música, antes de llegar a la explanada no se oía nada. Tambíen tenian un par de cubos con hogeras que iluminaban el sitio. Me recordó a una versión cutre de una pelicula, la versión bosque digamos. Serena me cogió del brazo y me informó de que los chicos iban a buscar a Paul para presentármelo. Mientras me fue contando cosas sobre la gente de nuestro alrededor.
- ¿Y Ethan no te ha contado quienes son?- me preguntó sorprendida.
- No, bueno dijo que Jem ya me daría las clases de historia.
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Lunas de Invierno
ParanormalUn mordisco. Una vida cambiada. Una manada. Una familia. Una luna. Una chica. Un nuevo destino. Un día te despiertas en un lugar desconocido. No recuerdas nada de la noche anterior. Y de repente ves que tu vida ha cambiado. Nada volverá a ser lo mi...