La odisea del amor (The Korean ODYSSEY/화유기)

4. La estrella en el collar

WOJOOOOO

He aquí su escritora amable y resucitada.

¿Les dije que los adoro?, bueno, ¡LOS ADORO!

Había muerto por una semana pero ahora estoy devuelta con mas de mis escritos pendejos que aman tanto.

Muchas gracias a las personas que dejaron sus mensajes alentadores por mi salud, gracias a papi Hades no tengo nada malo, me dieron un montón de pastillas y ahora estoy recuperándome de un resfriado que me cayó fatal. Mi amigo Mateo jamás me soporto, me odio e incluso no me dio te caliente cuando se lo pedí, es un maldito desgraciado¡¡¡¡, pero bueno. Cualquier cosa que me pase lo pondré en mi murito hermoso, las personas que me sigan se enteraran rápido así que estén atentos a lo que pongo.

Sin mas., los dejo con el capítulo.

Disfruten¡¡

Aclaraciones: los personajes originales de la serie no son míos, los utilizo para hacer una bonita historia para ustedes y para mi; por que si, amo escribir cosa trágicas y eso; espero les guste, me ayudan con una estrella y un comentario para seguir.

Advertencias:

Lenguaje vulgar.

Escenas explicitas (mas adelante :#)

*******

*******

Orión no tenía nada. Cuando nació, su madre quedó muy débil, así que luego de que sacaran a la bebe de su vientre, falleció de hemorragia interna, los médicos no pudieron hacer nada.

Su padre no presenció ni si quiera su nacimiento, para el era mas importante asistir a una fiesta con todos sus clientes, por el, que la niña la dejaran tiempo al lado del cadáver de su madre. Solo estuvo la mamá de el, su querida y adorada abuela, que la cuido hasta que Orión cumplió los 7.

Desde que tenía memoria, veía espíritus. Llegaba a casa del nido cubierta de heridas por que alguno la empujaba o le quitaban aquello ganchillos de estrellas que su abuela le ponía. A veces, simplemente la arañaban.

Pero los espíritus no era lo peor. Los niños podían llegar a ser crueles de verdad. Solo vasto una vez que vieran que ella podía ver cosas que otras persona no, Orión había llevado una muñeca para poder compartirla con otras niñas, casualmente comenzó a hablar con una niña pálida que estaba en la esquina del salón. Aquel día las niñas la empujaron a un lado y la marginaron llamándola "monstruo", "ojos malditos".

- Halmoni...por que debo ver estas cosas, las niñas empujaron mis cosas a la basura, dicen que estoy maldita, no quieren jugar conmigo - recordó a una Orión pequeña, con las mejillas rojas y los ojos rojos de tanto llorar, sus pequeñas manos estaban con manchas de suciedad.

- mi pequeña, no les hagas caso, tus ojos ven cosas hermosas.

Orión intento creer las palabras de su abuela hasta que falleció. Estaba sola en el mundo, su padre la odiaba y parecía que a pesar de ignorar a los espíritus, nada los alejaba como esperaba; en primaria nada cambió. Salia lastimada por donde lo viera, en su casa, en la calle y en la escuela.

Era tan lamentable, había perdido a su abuela, su hogar, su libertad y a su única amiga que intentaba comprender su mundo.

Cuando conoció a Taeyon, pensó que podía ser feliz aunque sea por unos días; sin burlas, escucharla decir tantas groserías le estaba dando fuerzas para responder a su papá. Y luego aquellas esperanzas desaparecieron totalmente al enterarse de que la chica estaba muerta.