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Klaus

Después de mes investigando dónde está Patricia lo he averiguado, Víctor la tiene en México secuestrada, me ha amenazado que si voy en busca de ella la expondrá al sol para que muera de una manera dolorosa y aguda.

No tengo miedo de el, hace dos semanas atrás comenze a armar un pequeño plan, creo que Víctor no vera venir lo que le tengo preparado.

Nos vemos en México, hijo de perra.

***

Victor

Fue más fácil de lo que creí raptar a la pequeña idiota, la traje a México pero no pensé que el tal Klaus pudiera averiguar que estábamos aquí pero lo he amenazado, no creo que se atreva a venir.

La pequeña perra blanca esta encadena en un calabozo, ella no entiende que su dueño soy yo y ella no tiene porqué desobedecer mis órdenes, yo la cree, yo la hice fuerte, la nueva Patricia pero resultó ser más mala de lo que yo pensaba.

Ha tratado de soltarse un par de veces pero la e castigado por sus arranques de rebeldía, ayer la metí en una tina con agua caliente, quería ver como su piel comenzaba a desgarrarse y como sus gritos de dolor me extasiaba, amo verla sufrir, verla sentir dolor.

Hoy a estado gritando sin parar creo que es hora de un pequeño castigó, bajo las escaleras traseras de la exuberante mansión, camino por el patio hasta llegar a un tipo búnker bajo tierra, la pequeña perra comienza a maldecir más fuerte ciando me ve, le digo a uno de mis hombres que ponga al fuego un tubo de metal, ella al ver mi acción se calla de repente y comienza a sollozar.

-Que pasa pequeña perra, ¿no que te gusta gritar? - Le digo con una mirada cínica.

-Maldito mal nacido, cuando me liberé de aquí cortaré tu cuello a la mitad, escoria.

Sin más tomo el tubo de metal y se lo pongo en una pierna su grito de dolores y su piel quemando se son un deleite para mí, comienzo a golpearla hasta que un momento a otro fuertes disparos se escuchan en la entrada de la mansión, la perra comienza a reír  y sin más me dice.

- Soy yo o tenemos compañía.

No sé cómo lo hizo, pero rompió las cadenas con una fuerza increíble y es ahí cuando supe que estaba jodido.

Patricia

Lo apuñale 12 veces con e tubo metálico, lo calenté y se lo puse en el rostro, hice que se arrepintiera por todo lo que me hizo y por último lo saqué al patio y lo amarre de un árbol, el sol comenzó su labor de inmediato, su piel se iba desgarrando y si todavía estaba vivo sufrió una muerte muy dolorosa.

Caminé hacia la entrada y justo cuando abrí las puertas, un disparo impacto en mi hombro izquierdo, un agudo grito por parte Klaus fue lo último que escuche antes de desvanecer me por completo en penumbras.

NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora