Campanas

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Taehyung y yo hemos dado nombre a nuestra relación. Aún así, él vive en su casa y yo en la mía con Aiden. El pequeño se empeña en que vivamos los tres juntos, pero lo vemos muy precipitado. En unos meses, seguramente, él se mudará a casa para empezar la vida en familia.

Ayer mismo, JungKook me llamó para contarme que había conocido a una chica; Rose. Se ve que es una nueva trabajadora en la empresa dónde él trabaja. JungKook es fotógrafo, pero muchos trabajos le vienen de esa empresa, donde todos son periodistas. Me puse muy contenta al oírlo, se ve que la ha invitado a cenar. Se lo conté a Tae, quien felicitó a JungKook rápidamente al saberlo.

Los días han pasado rápidamente entre la rutina y el tiempo compartido con mis dos hombrecitos. Padre e hijo tienen mucho en común, me siento muy orgullosa de tener tal familia. No puedo pedir nada más. Pero no todo es bonito. O como acostumbra a decir mi madre, "No todo es de color rosa".

Últimamente, papá ha empeorado más rápido, así que hemos intentado no llevar a Aiden al hospital, para que no lo vea tan mal. A Taehyung le llevé para que lo conociera, aunque no esté en sus mejores momentos.

-Sigues siendo igual de guapo que cuándo te conocí- le dijo mi madre a papá.

-Lo es y siempre lo será, mamá.

-No digáis tonterías, soy un viejo ya- decía mi padre haciendo un gran esfuerzo.

Han pasado dos días desde esas palabras. Entre Tae y yo, hemos decidido ir de viaje a Los Ángeles, ya que Aiden no ha parado de comentarnos lo del viaje.

"Mami vayamos a China!", "Papi, y si vamos a ver los leones? Australia mola!", "Mami, mami, nos iremos?" [...]

Ha sido una semana genial. Visitamos muchos lugares adecuados para los tres. Disfrutamos como locos del hotel y del viaje. Hasta nos ha ayudado a practicar nuestro inglés, hasta Aiden ha aprendido alguna que otra palabra. En definitiva, ha sido increíble.
Al llegar a casa. Decidimos ir a dar una vuelta. Nos reímos mucho mirando como el pequeño lo observa todo y dice que ha extrañado sus tierras. Un momento muy cómico. Hasta que una llamada interrumpe el momento.

-Cariño, papá...- no puede seguir hablando porque su llanto no se lo permite.

-Mamá- mi voz se quiebra al entender lo que quiere decirme.

Cuelgo y le pido a Taehyung que me lleve rápido al hospital. Él se queda a fuera, en un parque que hay cerca para estar con Aiden y que este no se de cuenta de nada. Mamá y yo estamos desechas en lágrimas, con el corazón roto.

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Dos días después, suenan campanas. Pero no son de boda.

We, Ourself and Kim Taehyung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora