"Ella mi Doña y yo su licenciadito"

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Monica:

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Monica:

Ya pasó un año desde que mi madre me abandonó por segunda vez, un año desde aquel trágico día en el que la ví ahogarse en el mar de Veracruz...

Por qué tuvo que suceder así? Siempre me lo pregunto y simplemente no lo entiendo, no lo acepto.
Justo el día de mi boda con el hombre que yo amaba; justo en el día en el que yo y ella hicimos las paces y nos abrazamos. El primero y el último abrazo...

Estas son las ironías de la vida: te lanza con fuerza en el suelo justo cuando estás en las nubes más altas y bellas...
Será que quiere burlarse de nosotros?

En todos estos meses la culpa no me dió paz. Me juzgo. Y se que Saúl también lo hace y lo hizo desde el principio. No lo culpo.
Los dos no supimos cuidar de ella, ayudarla cuando aún era posible. Por que no pude entender sus razones, su dolor? Decirle cuánto la admiro y la aprecio, secar sus lágrimas, tomarla entre mis brazos y decirle que todo va a estar bien, que ya no está sola porque yo estoy con ella...
Por qué Monica, por qué fuiste estúpida y egoísta?
Ahora es demasiado tarde, ya no se puede hacer nada.

A veces sueño con ella, y en esos sueños nos reconciliamos, somos realmente madre e hija.
Que grandes suenan ahora esas palabras en mi boca: Madre; Altagracia.

 Que grandes suenan ahora esas palabras en mi boca: Madre; Altagracia

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Saúl:

Estaba con Monica en la inauguración del nuevo módulo de la fundación cuando de repente recibí una llamada extraña desde un numero desconocido. Mi sorpresa al oír esa voz antes tan familiar para mis oídos fue inmensa, casi me desmayé por el shock. No sé si fue susto, rabia, dolor o felicidad...

Pero ahora me siento feliz porque ella está viva, no se murió, está en algún lado del mundo y aunque no sé donde, tal vez la vida tarde o temprano nos permita encontrarnos una última vez, en la que estemos a solas ella y yo, sin obstáculos, sin miedos, sin el correr del tiempo, sin Monica.

"Te acuerdas de mi licenciadito?"

Y cómo poder olvidarla? A ella que me dió la vida y yo como un imbécil se la quité.
Sólo con ella me sentí verdaderamente hombre y con ella conocí el significado de la palabra amor.
Daría lo que fuera por hacerla mía otra vez. Por besar sus labios, perderme en su dulce aroma de diosa y saber que es mía y de nadie más y que yo soy sólo suyo.
Que no daría para que volvamos a ser lo que alguna vez fuimos: ella mi Doña y yo su licenciadito!

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Otro corto capítulo!
Espero que esté de su agrado, que voten, comenten y quizás recomienden la historia a otras personas 🙈😉❤️

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