"Eso es lo que más duele"

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Altagracia:

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Altagracia:

Matamoros me dice que tendría que ver un psicólogo.
"Deja de meterte en mis asuntos quieres?" le digo con un tono de amenaza cada vez que toca el tema, pero la verdad es que no puedo enojarme con el.
Él que siempre me apoyó, me ayudó, me salvó cuando estaba a punto de morir ahogada en el mar de Veracruz y jamás me traicionó. Él, mi mejor y único amigo, el que daría hasta la vida por mi si fuera necesario.
Y también sé que un poco tiene razón, se preocupa mucho por mi bienestar y yo también tendría que hacerlo.
No la pasé nada bien en estos meses desde que me escapé de México: muchos dolores de cabeza y pastillas para calmarlos, insomnios, pensamientos fijos que me atormentan a diario, ataques de pánico y necesitad de tomar tranquilizantes mezclados a alcohol para encontrar un poco de paz...
Pues sí, necesitaría un psicólogo o un psiquiatra, lo que sea.
Pero no, yo soy muy necia y no quiero aceptar la ayuda de nadie, voy a salir de esto yo sola como siempre lo he hecho.

Cuando llegamos a Paris me encargué de cambiar mi look, me pinté el cabello, ahora soy rubia, y lo dejé que crezca libre y natural sobre mi espalda. También cambié mi identidad, ahora me sigo llamando Altagracia pero Martinez.
Altagracia Sandoval ya no existe, ha muerto realmente.
Compré junto a Matamoros una casa pequeña pero muy bonita.
Trabajo como secretaria en una empresa de construcción. Que ironía, no? Hace ni siquiera un año yo era la mera Doña y ahora...
Me construí gracias a la ayuda de Matamoros, de algunos viejos contactos que tengo por acá en Francia y de el dinero que llevé conmigo, otro pasado, una vida inventada, imaginada.

Mentiras.
Mentira tras mentira.
Eso es lo que siempre me ha rodeado.

Porque no puedo ser nunca yo misma, la verdadera Altagracia?
Porque no puedo sentirme libre, aunque sea una sola maldita vez?
Que tanto daño le hice a la vida para que me castigara de esta manera?

~Ya basta Altagracia, no te sigas atormentando con eso. Lo que vendrá seguramente será mejor de lo que ya se fue. Así tiene que ser!~ me repito de vez en cuando a mi misma para darme ánimo.

Extraño tanto a mi País, mi constructora, mi casa...

Extraño demasiado a mi sobrina y a mi hermana, quiero saber que están bien, que son felices, que ya no les duele todo el daño que les causé tiempo atrás y tampoco mi trágica muerte.
Aunque no lo crean también pienso mucho en mi hija y la extraño. Siempre quise lo mejor para ella y sigue siendo así.
Tengo la esperanza de que las tres me hayan perdonado y que un día nos fundamos en un último, tierno abrazo.

Lo extraño a ÉL
Y eso es lo que más duele...

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Gracias a los que me leen! Espero que les guste también esta nueva parte y que me sigan acompañando en esta aventura! ♥️
P.d. Acepto consejos e ideas!

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