"Sigo siendo tu Doña"

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Altagracia:
"Embarazada?"-dije con un hilo de voz, algo incrédula.

La oí tomar aire después de una larga pausa.

"Sí Alti. No sabía como decírtelo..."

"Pero cómo? De quién?"-pregunté alarmada.

"Llevo tres semanas. No lo imaginas?"-una lágrima se deslizó por su mejilla.

"No, no...esto no puede ser cierto. Dime que no es verdad!"-me levanté visibilmente muy agitada, caminando de un lado a otro del cuarto.

"Lo es Altagracia. Es cierto. Es la verdad más horrible, pero es mi verdad, no puedo cambiarla por más que quiera. Estoy esperando un hijo de uno de esos dos desgraciados que abusaron de mí."-dijo seca, fría, mirando en el vacío, como si estuviera hablando de algo ajeno y lejano a ella.

"No es posible que mi historia se repita contigo, maldición!"-mi voz estaba entrecortada por el llanto que no logré contener.
"Desde que te conocí te prometí que iba a cuidar de ti, que te iba a proteger de todo y de todos y mira...te defraudé de la peor manera. Esto pasó por mi culpa, ellos no te hubieran hecho nada si no hubieras estado cerca de mí...Perdóname mi niña, no sé que hacer, ni que decirte. Entiendo tu enojo y tu dolor..."

"Tranquila, no estoy enojada contigo. No es tu culpa que en el mundo existan hombres tan despreciables. Sabes, pensé que por fin la vida me iba a sonreír pero no fue así. Ahora estoy embarazada de esta criatura a la que no quiero. Va a crecer dentro de mí y yo no sé que hacer. No quiero abortar. No quiero convertirme en una especie de asesina..."

"Chiquita...ven acá."-la acerqué a mí apoyando su cabeza sobre mi hombro y acariciando su cabello.
Con ella siempre me salía la faceta maternal.
"Mira, si no quieres abortar entonces no lo hagas. Si piensas que jamás podrás amarlo y que lo vas a mirar siempre con rencor, podrás dar al bebé en adopción cuando nazca. Hasta puedes escoger una familia que te parezca buena para él.
Si de lo contrario, durante esta etapa del embarazo te encariñas con él y decidas criarlo, yo aceptaré tú decisión y muy contenta lo recibiré en mi familia. Lo cuidaré y lo amaré como si fuera mi nieto, ya que tú eres como mi hija.
Siempre te apoyaré y estaré a tu lado. Quiero que entiendas que no estás sola en esto, me tienes a mí y a otras personas que te quieren mucho. Mi hija te adora, Matamoros y Saúl también.
No te derrumbas Lau. Sal adelante como siempre lo has echo mi niña, yo estaré aquí, apretando tu mano, ayudándote a levantarte y a caminar cuando sientas que ya no puedes más."

Sus sollozos se hicieron presentes.
Creo que mis palabras la afectaron positivamente y lograron tocar su corazón.

"Gracias Alti! De verdad gracias. No sabes lo que esto significa para mí y lo bien que me hace escuchar estas palabras. Eres la mamá que siempre soñé con tener. Te amo."

"Yo a ti mi niña."
Deposité un tierno beso en su frente mientras que ella apoyaba su cabeza sobre mis piernas dejándose acunar como niña chiquita.
~~~~~~~~~
Dos años después...

Altagracia:
El tiempo voló muy rápido.
Ya pasaron casi dos años desde que celebré mi matrimonio con Saúl.
Aún no lo puedo creer: estoy  casada con el hombre de mi vida.

Ese hombre guapo con los ojos color café que es capaz de hacerme temblar y erizar mi piel con tan sólo una mirada;
ese hombre que me hace reír con cualquier pendejada y que a la vez tiene la habilidad de sacarme de onda en cuestión de segundos;
el hombre que cocina de maravilla, ese que dedica su tiempo y su alma a defender mujeres abusadas,
ese que es un completo desastre en hacer tareas con Luz pero le brillan los ojos de tanto amor cada vez que la ve.
El hombre que yo misma elegí tener a mí lado para siempre, en las buenas, en las malas y en las peores, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza en la pobreza hasta que la muerte nos separe.
Y jamás me arrepentiré.

"En que tanto piensas amor?"

"En lo mucho que me encantas cuando me dices así: amor. Y yo muy mala, aún diciéndote Saúl."-reí fuerte.

"Eres una tramposa! Esto te lo inventaste ahora, es claro que pensabas en otra cosa. Y tienes razón, tengo una esposa muy mala. Qué clase de mujer no le dice nunca a su marido-mi amor-? Dímelo"

Reímos los dos.
Era obvio que estaba bromeando.

"Pues te recuerdo que yo no soy cualquier clase de mujer: aunque estemos casados sigo siendo la poderosa, temida y respetada Altagracia Sandoval, tu Doña. No se te olvide nunca mi querido licenciadito."

"Ah si? Pues entonces ven acá y demuéstrame que eres mía como solamente tú lo sabes hacer."-su mirada pícara bajó por todo mi cuerpo mientras que yo mordí mi labio inferior sabiendo que es lo que Saúl tiene pensado.

Nuestras bocas se acoplaron en un cálido beso que nos dejó sin aliento, mientras nuestras lenguas bailaban juntas al ritmo de nuestro amor, deseando no separarse jamás.

Me apoyó contra la pared mientras los besos y las caricias se volvían más intensos y quedamos rápidamente sin prendas.

En eso, algo nos interrumpió.

"Mamiii. Ven rápido! Los llorones de tus bebés te necesitan!"

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Continuará...🙊
Espero les guste el capítulo 💓
Estén al pendiente porque el próximo será el último 🙈❤️🌟

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