𝑉𝐼𝐼¦ 𝑀𝑖𝑒𝑑𝑜

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-Tienes que hacer algo-dijo Pennywise detrás de ella-, es injusto.

Sarah se dio vuelta y lo miró. Volvió a ser consciente de todos sus defectos, o al menos los que ella veía como defectos.

-No... tiene razón-susurró.

Sarah parecía en otro mundo, parecía ida de sí. Lo que pasaba era que estaba cayendo en un shock momentaneo de todo lo que hizo mal alguna vez en su vida.

-¡Claro que no!-exclamó él, la tomó del brazo, obligándola a voltearse, luego la acercó quedando a centímetros de su cara.

La mirada de Pennywise se había vuelto dura y poco cuerda. Se veía posesivo, demandante y obsesivo, como si no tolerara que le dijera que no.

-Te estoy diciendo que ella no puede tratarte así-sus ojos se habían tornado rojos-¡ELLA NO MERECE TU DIGNIDAD!-gritó al ver que Sarah continuaba dudando de su palabra.

Sarah frunció el ceño ante aquel reclamo y se soltó de su agarre. ¿Tratar mal a las personas que la salvaron de una infancia dolorosa en un orfanato? ni hablar.

-Te dije que no-habló firme-, son mi familia y por más de que a veces mi madre actúe mal no significa que deba ponerme a su altura. Ella me ama, hizo eso porque no quiere que arriesque mi futuro por una estupidez. Ahora, debo irme.

Se volteó y abrió la puerta, pero antes de irse él la tomó del brazo nuevamente y con una mirada penetrante y malvada dijo...

-Tu no lo harás, pero no esperes que yo me quede quieto-sonrió.

Sarah lo miró perpleja, pero no pudo hacer más que callarse al escuchar la voz de su hermano detrás de ella.

-¿Sarah, estás bien?

Pennywise la soltó y ella se volteó a mirar a Stan. Le sonrió algo nerviosa y cerró la puerta.

-Claro, Stanny, ¿estás listo para irnos?-preguntó escondiendo sus manos con la manga de su suéter blanco.

Stan asintió no muy convencido. No había podido ver al payaso o mejor dicho hombre que sujetaba el brazo de su hermana, pero hacía tiempo que escuchaba hablar sola con aquel amigo imaginario que tenía. Stanley no creía que existiera, sino que su hermana estaba tan sola y sin amigos que hablaba con la pared... pero después de lo del cuadro comenzó a sospechar que el payaso podía tener algo que ver con Sarah.
Pero ¿por qué Eso querría asustar a una adolescente que no conoce el miedo? Sarah no veía películas de terror, mucho menos libros de terror, a penas salía a la luz del día. Es que con tantas inseguridades era difícil que hubiera espacio para el miedo.

-Tu mano tiembla-observó Stan.

Sarah bajó la mirada, era verdad, ¿cómo no se había dado cuenta de ello? De pronto se sentía algo mal y tuvo esa sensación de que algo estaba por pasar.

-Sí, me siento algo mal, creo que estoy por resfriarme-sonrió nerviosa-en cuanto vuelva tomaré un té y me iré a la cama.

Aún no lo convencía, pero no podía hablar de eso en ese momento. Por lo tanto Stan asintió con la cabeza y bajó las escaleras.
Sarah volteó levemente y se encontró con su amigo imaginario sonriendo.
Algo iba a pasar, pero no sabía qué...

-Adiós, pastelito-dijo él.

Sarah lo miró con algo de temor y luego bajó las escaleras. Lo malo de la situación era que lo malo no le pasaría a ella, sino a su madre, por eso estaba preocupada.

React; [Pennywise/Bill Skarsgård]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora