VIII

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"Piedad, piedad
Tengo cadenas a mi alrededor
Trata de liberarte de la parte más oscura de mí
Misericordia, misericordia, por favor....
Me olvido de mí y de mi buena naturaleza
cuando dejo que la tentación se apodere de mí
Oh, piedad de mí....

Ella está hecha de esqueletos que traté de enterrar hace mucho tiempo
Su dedo siempre está en el gatillo
Oh no no no....

Quiero ser el héroe que necesitas
Quiero ser valiente, quiero creer
Pero tomo toda la luz y la vuelvo negra
¿Quién podría amar a alguien así?

Todo lo que veo es un monstruo en mí...."

MILCK, Monster

Sahar

Fui suya en más de una forma, entre sus brazos era amada y venerada como una Diosa. Se nos fueron los días en ser del otro a plenitud.....

<<Me asomé al balcón atando mi bata, lo vi cabalgar de regreso, le apasionaban los corceles. Regresé dentro y lo encontré abriendo la puerta, aquello me resultó extraño, él se detuvo en seco y por su expresión supuse que no esperaba encontrarme despierta.

Se quitó el chaleco negro que vestía sobre su blanca camisa dando pasos hacia mí, sonriendo. Su cuadrada mandíbula se tensó por un momento.

Bishamon Saharsusurró, colocó sus manos en mi cuello acariciando mis mejillas con sus pulgares. Mi Diosa Guerrera, Bishamonten.

¿De dónde sacas que soy una Diosa Guerrera, Señor?pregunté. Recibí un suave beso de sus labios.

A mis ojos lo eressonrió, y sólo las manos de una Diosa pueden sanar como lo hacen las tuyas, Bishamon.

Bishamon era un nombre de cariño, y aunque Bishamon formaba parte de otra cultura y era conocido como un Dios y no una Diosa, Velkam aseguraba que era una mujer que antaño, antes de cualquier manifiesto de vida en este plano, guió a los Elohim(Ángeles)en batalla.

A él le gustaban las historias, los mitos y siempre se estaba nutriendo de ellos, solía contarme muchos. Comenzó a llamarme Bishamonten o Bishamon cuando nos conocimos porque me encontró defendiendo a unos niños huérfanos de gente mala que no merecían la pena ser nombradas ni recordadas.

Dos días de casados, Señora Alyosha.Me cargó y no dejé de pensar, mientras me besaba, que intentaba distraerme. Seguía pareciéndome extraño que llegara así de rápido a la habitación cuando recién lo había visto arribando en su caballo. Te amo, Bishamon.

Yo también te amosusurré desabrochando su camisa.

Se sentó en la cama conmigo sentada a horcajadas sobre él, sintiendo la erección de su sexo rozar el mío. Ansiaba tenerlo dentro; quité su camisa y se giró acostándome en el colchón, mi bata estaba abierta como mis piernas dando mayor acceso al roce de su erecto miembro sobre mi sexo.

Sus ojos azules guardaban cada detalle de mi faz antes de que su boca reclamara la mía en un beso hambriento.

Su lengua transgresora exploró cada rincón de mi boca, yo le respondía gimiendo al sentirla enredándose con la mía.

Bajó una de sus manos por mi torso hasta llegar a mi sexo que acarició, tocando con suavidad, mirándome a los ojos. Susurré su nombre cuando me dejó a punto de correrme. Lo vi desabrochar su pantalón y sacar aquello que tanto quería dentro de mí, repetidas veces, como cada noche. Sonreí cuando con mi mano en la suya me hizo tocarlo, duro, listo para invadirme; abrió mis pliegues y lentamente entró en mí.

Lazos: Memorias de Sahar y Faye©Where stories live. Discover now