XI

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"No puedes detenernos
nunca nos rendimos
caminando por el fuego y las llamas
No puedes detenernos
porque cuando las cosas se ponen difíciles
rompemos las cadenas de metal..."

-Sam Tinnesz, Can't Hold Us Down

Sahar

Me vi incapaz de dejarla sola el resto del día. Las pocas veces que se quedaba dormida me aseguraba de vigilar su sueño y modificarlo para hacerlo ameno; no quería que volviera a caer en lo mismo que en la mañana, me asustaba por ella.

¿Quién diría que llegaría a sentir miedo por algo?

Eran las seis de la tarde del sábado, en dos horas tenía que estar lista para acompañar a mi padre a la reunión con el Consejo. Iba a negarme pero Faye, en uno de sus momentos de lucidez, me dijo que asistiera porque ya había hecho suficiente para enfadar a mi padre; no quería que otra acción por ella me hiciera descuidar mis obligaciones, y tenía una con los Griffin que gústeme o no eran familia por ser Blood Drynka's, hijos de mi padre.

Suspiré viéndola sonreír en sueños, aparté algunos mechones que caían sobre su rostro.

La puerta fue abierta por Nina que entró en silencio y se detuvo al pie de la cama del lado donde yo estaba acostada.

¿Qué se te ofrece?le pregunté.

Quería saber cómo seguíarespondió mirando a Faye.

No le ha dado más fiebre, se despertó varias veces, almorzó un poco a las tres y volvió a dormir.Nina cruzó los brazos, le dediqué una mirada a Faye mientras acariciaba su frente con el dedo pulgar. Espero que pase bien la nochesusurré.

Faye es de admirardijo ella. Asentí, y besé la frente de Mi Amada. ¿Puedo volver a ser su amiga?preguntó Nina, nerviosa.

¿Cuando dejaste de ser su amiga, Nina?

La odié porque te llevó de mi lado, hasta que después no las recordé a ninguna debido a que mi memoria fue borrada.Faye habló en sueños, captando toda mi atención. Dijo mi nombre, sonreí y le susurré al oído que estaba allí a su lado.

Eres su amiga, Ninadije, no giré la cara para mirarla, seguía atenta a Faye. Ella no te odia, su cariño por ti sigue intacto. Y ella nunca me llevó de tu lado.

Cogí un poemario que se encontraba en la mesita de noche, le había estado leyendo a Faye estando despierta y después de quedarse dormida. El libro lo trajo Circe consigo para entregármelo, fue un obsequio de ella, de los tantos que me había dado era algo así como mi favorito; mi madre fue a Providencia y volvió con él, entre otras cosas. Pensó que sería buena idea leerle a Faye, que escuchara mi voz todo el tiempo para que las pesadillas no acudieran a ella.

¿Intentarás hacer que absuelvan a Regina y a Arath?preguntó Nina, sentándose al borde de la cama. La miré por un segundo y volví a mi elección de poemas. Papá también es bueno, sabes que él no tiene la culpa de lo que ha hecho, es inocente.

¿Qué esperas de mí, Nina? Lo que sea no lo haréhablé sin mirarla. Salvaremos a Velkam de las garras de Seth, pero un paso a la vez.

Lazos: Memorias de Sahar y Faye©Where stories live. Discover now