Son las seis de la mañana, me ducho y me dirijo al gimnasio.. Voy pensando en lo que tardaré en cruzarme contigo cuando, de repente te veo, caminas de frente a mi y tus mejillas se visten de un rosa claro,tu ropa es informal y tus tacones me echizan.
Como cada mañana, nos cruzamos y nos desvestimos los sentidos, mientras ambos nos alejamos dando una tregua a nuestras ganas.
Salgo del gimnasio camino al trabajo, intento concentrarme pero no paro de pensar en como tu, siendo una desconocida, me has robado el pensamiento....
Salgo del trabajo y voy a casa sabiendo que volveré a verte, ¿cómo has llegado a calarme tan hondo? Levanto la cabeza y vuelvo a verte, tus ojos marrones se agrandan y mi corazón se acelera.. Me despido de ti hasta la próxima madrugada.
Tal vez algún día, no controle mis impulsos y mis labios rocen los tuyos como tantas veces nos pedimos solo con mirarnos.