Y así sucedía que sin quererlo la veía,tal como la recordaba.
Tenía el pelo plata, las venas cargadas de esfuerzo y la frente bañada en sudor...un sudor que daba vida.
A veces,se sentaba a su lado y juntaban sus sillas...recordaban momentos de su niñez,de cómo trabajaba siendo tan sólo una niña...la nostalgia inundaba sus ojos.
Siempre me dijo que tenía que hacerme fuerte pues,momentos difíciles me llegarían....como te extraño vieja.
Si cierro los ojos la veo,metida en su cocina haciendo las mejores comidas que he probado nunca. De ella he aprendido que la paciencia es la madre de todas las ciencias.
Nunca pensé extrañarte tanto...incluso cuando más acompañada estoy.
Sé que volveremos a vernos,porque aunque no estés te siento, cerquita.
..... Y así leyó su carta una y otra vez,pensando si llegaría a su destino,si alguien llegaría a leerla.
Cogió sus cosas y se marchó. No hubo despedida ni abrazos desconsolados por una pronta vuelta,tan sólo louis, el gatito fiel de la familia,se paseaba entre sus pies como si supiese que algo iba a cambiar para siempre.
Sé montó en su coche, miró su reloj y comenzó un nuevo camino...no sabía lo que le esperaba,sólo sentía que lo mejor estaba por llegar.
A veces el destino nos hace pensar de manera errónea...por eso siempre,me dejo llevar por las casualidades.
