De camino en el tren,el tiempo acelera su ritmo. Verlo llorar me mata y un nudo se apodera de mi garganta...intento hablar con el y como puedo, balbuceo... -tranquilo,pronto volveremos a vernos.
Seco sus lágrimas y me hundo en su pecho. Me aprieta contra él y me regala el mejor de los abrazos, lo beso con fuerza y nos despedimos.
Él continúa su marcha y yo,hecha un trapo y con los ojos empañados me dirijo a coger el segundo tren que me lleva de vuelta a casa.
En éste, el tiempo se compadece y aminora la velocidad,casi se detiene.
Ocho interminables horas nos separan y la angustiosa incertidumbre se apodera de mi.
Ya en casa,reorganizo mi cabeza. Está algo confusa y cansada,así que,cuando me dispongo a darme una ducha y meterme en la cama,mi teléfono suena. Es mi hermana,quiere saber como estoy y se preocupa por como me pueda sentir en estos momentos.
Nunca me gustaron las despedidas,las odio.
Los días pasan y poco a poco recupero la normalidad. Me propongo cambiar el chip y estar contenta y alegre la mayor parte del tiempo. Por suerte, cuento con la ayuda de chispa,mi pequeño amor de cuatro patas...es la alegría de la huerta!De vez en cuando me permito pensarlo,regocijarme en mi pena y abrazarme a ella como cual oso amoroso. Aunque cada vez,me siento mejor y más tranquila.
Una mañana,a las ocho,suena el telefonillo de la puerta y asustada miro mi móvil...ninguna llamada,ningún mensaje que me de alguna pista de quien puede estar llamando. Me levanto y al descolgar,escucho una voz que hace que me estremezca... - es él!!! Grito mientras doy saltos de alegría.
Cuando abro la puerta de casa y lo veo parado frente a mi,estudiandome con su mirada,no puedo frenar las ganas y me abalanzo sobre él. Pasada media hora,decidimos soltarnosy mirarnos a los ojos...como te he echado de menos pequeño.
Mi cuerpo vuelve a vibrar, a estremecerse, pero esta vez de alegría. No quepo en mi de gozo.
Él, mi hombre,el tipo que tiene la mirada y los ojos más bonitos que he visto nunca no aparta su mirada de la mía. Nos besamos,nos dedicamos toda clase de elogios y palabras bonitas y caemos al suelo. Le levanto los brazos por encima de la cabeza y se los agarro con una de mis manos,con la otra recorro su cara,sus labios y acaricio su torso.
El resto del día lo dedicamos a estar juntos...no quiero separarme de él nunca más ni el de mi.
A la noche nos acostamos y me abraza,pega su torso a mi cara y besa mi cabeza....esto,es lo más parecido a tocar el cielo. Me quedo dormida pegada a él y deseando que no amanezca nunca.
