Pensé en escribirte acerca de los besos que nos faltaron por darnos, acerca de las promesas que todavía nos debemos, acerca de las canciones que faltan por dedicarnos. Quería escribirte acerca del amor. Pero siempre terminaba ganándome la rabia, el orgullo, el enfado de que fueras tan imbecil, de que no te dieras cuenta de lo mucho que te quiero. Entonces te escribía cartas de olvido, aunque en el fondo olvidarte no era lo que más quería.