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Volteaste enojada una vez más, viste la hora y bufaste 4:08 a.m
Te sentaste la cama y te debatiste que hacer, era la quinta vez que no podías dormir y usar las pastillas ya no era opción, optaste por levantarte para buscar un vaso de leche y así poder dormir
Llevabas una semana en el hotel y no te habías acostumbrado al cambio de horario, era una completa pesadilla. En el día te morías de sueño y en la noche estabas despierta
- veamos qué hay en la televisión - hablaste para ti misma y te sentaste en la cama para ver que programas había
***
- si mamá, estoy bien - le dijiste por tercera vez y reíste un poco
- sólo me preocupo por ti - tu madre respondió y asentiste aunque no pudieras verte
- lo sé, pero estoy bien - repetiste - sólo tengo que acostumbrarme al cambio de horario
- si tienes más problemas para dormir me avisas, cariño - sabías que tu madre tenía una sonrisa triste - ya tengo que volver al trabajo, te hablo al rato... te quiero
- te quiero - te despediste y colgaste la llamada
Ser hija de un abogado reconocido y de una empresaria no era algo tan bonito, tenías dinero pero nunca veías a tus padres, desde niña tuviste muchas niñeras y pasaste la mayor parte de tu infancia mudándote. Claro que tenía sus ventajas, como ahora que te encontrabas en Londres por un regalo de tu padre
Estabas mirando tu teléfono cuando empezaste a escuchar gritos afuera del hotel, con cuidado te levantaste y acercaste a la ventana, solo había una camioneta negra y gente alrededor
- debe de ser un famoso - hablaste en voz alta y sin darle mucha importancia seguiste con lo tuyo
***
Miraste el techo aburrida, el jet lag te estaba seguía matando
- a la mierda - susurraste y bajaste a la piscina del hotel, no ibas a nadar pero querías estar afuera de la habitación para tomar un poco de aire fresco
Te sentaste en la orilla y metiste tus pies, hacía un poco de frío pero no te importó y disfrutaste la bella vista que tenías de la luna
- ¿tampoco puedes dormir? - escuchaste una voz detrás de ti y brincaste por el susto - perdón, no era mi intención asustarte - se disculpó pero notaste que tenía una sonrisa en su rostro
- uhm.. no, el cambio de horario me está matando - rodaste los ojos y seguiste jugando con el agua
- a mi igual, ¿puedo...? - señaló a tu lado y asentiste con la cabeza dejando que tomara asiento a tu lado
- soy Sebastian Stan - se presentó con una sonrisa y sentiste algo en tu estómago, pero lo ignoraste
- T/N Harrison - respondiste devolviéndole la sonrisa y notaste que tenía unos ojos azules hermosos
Estaba oscuro que el hotel dejó un par de luces encendidas, algo que agradecías porque hacía que todo se viera más bello
- ¿de donde eres? - preguntó mirando lo bonita que se veía la piscina baja la luz de la luna
Le dijiste de donde eras con una enorme sonrisa y asintió algo sorprendido - nunca he estado ahí, pero dicen que es un lugar asombroso - comentó y asentiste
- lo es, amaba vivir ahí. Solo que ahora vivo en un departamento Nueva York - ambos sonrieron y pasaron la noche hablando
***
- no puedo creer que hayas echo eso - reíste por lo que te había contado
- ¡tenía 7! - reíste aún más y cuando terminaste de reír sentiste su mirada
- ¿que? - preguntaste aún sonriendo
- tienes una bonita risa - te sonrojaste por su comentario y agradeciste que no hubiera mucha luz porque así no notó tus mejillas tornarse rojas
- creo que ya voy a irme a dormir - te levantaste y Sebastian te imitó
Te acompañó hasta tu habitación del hotel y al llegar no querías que se fuera, era tonto porque lo había conocido hace unas horas pero por alguna extraña razón no querías que se fuera
- ¿nos volveremos a ver? - preguntó esperanzado y asentiste
- mañana, probablemente no voy a poder dormir..- comenzaste a decir - nos podemos ver en la piscina
- perfecto - sonrió y lo miraste unos segundos antes de despedirte
- nos vemos Sebastian - le diste un beso en la mejilla y cerraste la puerta de tu habitación con una sonrisa
Por otro lado Sebastian se quedó unos segundos ahí parado pero luego una enorme sonrisa apareció en su rostro y no dejó de pensar en ti en el resto la madrugada
