¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Por que de las millones de personas que existían tenías que enamorarte de Bucky Barnes?
Por más que tratabas de no enloquecer cada vez que lo veías, tu corazón no estaba de acuerdo. Cada vez que estabas cerca de él, tu corazón se aceleraba y sentías las malditas mariposas en el estómago
Una mierda porque sabías que Bucky no estaba enamorado de ti
Si no de una asquerosa rubia teñida, Sharon Carter
- ¡T/N! - escuchaste el grito de Wanda y suspiraste antes de levantarte y abrirle la puerta
- ¿qué pasó, brujita? - preguntaste al verla sonriendo
- ¿recuerdas el restaurante a dos cuadras? - frunciste el ceño mientras tratabas de recordar aquel lugar
- ¿donde el mesero no paraba de coquetear con Pietro? - soltaste una carcajada al recordarlo
La primera vez que habían ido, Pietro las había acompañado porque decía que debía proteger a su hermana y mejor amiga. Al llegar a aquel restaurante había un atractivo mesero, lo gracioso es que comenzó a coquetear con el sokoviano
Ver a Pietro con las mejillas rojas por la vergüenza fue lo mejor de tu vida. Y cuando regresaron a la torre Pietro juró que jamás regresaría a ese restaurante
- ese mismo - respondió riendo también
- ¿que tiene? - preguntaste sentándote en tu silla y comenzando a dar vueltas en ella. Prácticamente le habías rogado a Tony que te comprara aquella silla giratoria
- ¡hay una promoción en todos los postres! - gritó emocionada y la miraste sin creerle
Más que restaurante ustedes iban a comer todos los postres que había, debías admitir que eran los mejores de la ciudad
- ¡es verdad! - dijo ofendida al leer tus pensamientos llamándola mentirosa
- entonces ¿porque demonios seguimos aquí? - tomaste dinero y saliste de la habitación con Wanda
Tardaron segundos en llegar porque cuando bajaron por el ascensor se encontraron con Pietro y después de rogarle y prometerle comprarle algo, las llevó con su súper velocidad
- ¿no piensas entrar? - te burlaste del sokoviano quien te miró mal
- muy graciosa, T/N - respondió con su acento, reíste y abriste la puerta del local
