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Despertaste y lo primero que hiciste fue mirar el reloj de tu habitación, al ver la hora rápidamente corriste al baño para darte una ducha
Hoy era 10 de marzo, el cumpleaños de Bucky y tú tenías una gran sorpresa para él, porque bueno uno nunca cumple 102 años todos los días. Te bañaste lo más rápido que pudiste y media hora más tarde, ya te encontrabas en la cocina desayunando
- es asqueroso T/N - escuchaste la voz de Sam y le enseñaste tú dedo de en medio mientras seguías comiendo, más que nada estabas atragantándote la comida porque tenías muchas cosas que hacer y poco tiempo
- ¿Steve? - le preguntaste al moreno una vez que terminaste y él señaló la sala - ¡Steve! - lo llamaste saliendo de la cocina y el rubio te miró
- ¿que sucede? - dijo mirando las noticias en la televisión
- el plan.. ¿recuerdas? - dijiste desesperada y Steve rápidamente se levantó del sillón - no me digas que lo olvidaste - lo señalaste y rápidamente negó
- no lo olvidé - se defendió y alzaste una ceja. Era obvio que lo había olvidado
- no importa, ahora ya sabes que hacer - le dijiste y él asintió
Tú plan no era muy bueno, en realidad Steve debía salir con Bucky toda la mañana y regresar en la tarde. Tú te quedarías en la torre y con ayuda de los demás harían una pequeña fiesta para el soldado
Sabías que Bucky aún no estaba muy cómodo con la presencia de todos en la Torre, aún tenía pequeñas peleas con Tony. Sabías que no había celebrado su cumpleaños en años, eso te lo había confesado una noche que ambos no habían podido dormir. Aún recordabas su cara de felicidad cuando recordó su último cumpleaños y decidiste que tú le harías una fiesta
Decidiste que por un día Bucky volvería a ser feliz
***
- el pastel ya está listo.. - dijiste colocándolo en el refrigerador -.. los arreglos - hiciste una pausa y miraste los globos que habías puesto por toda la torre hace dos horas - listos.. - sonreíste, esperabas que a Bucky le gustara
Ya habían pasado varias horas y faltaba al menos una media hora para que Steve y Bucky volvieran y ya tenías todo listo
Decidiste que ya era hora de cambiarte, por lo que caminaste a tu habitación y sonreíste al ver al pequeño gatito acostado en tu cama
- hola pequeño - le hablaste acercándote al gatito
Sonreíste cuando te maulló. Ese era el regalo que le ibas a dar a Bucky, un lindo gatito. Bucky necesitaba amor y aquel gato era muy cariñoso, al instante supiste que debías dárselo como regalo de cumpleaños y si él no lo quería podía ser tuyo sin ningún problema
