Ser la novia de Bucky y conocer a los vengadores por primera vez
B U C K Y B A R N E S
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Habías conocido a Bucky por casualidad. En ese tiempo el soldado del invierno era uno de los criminales más buscados por todo el mundo, en todas las noticias y periódicos se hablaba sobre él y de lo peligroso que era
Tú estabas caminando para regresar a tu casa, aquel día tu habías estado en el departamento de tu mejor amiga, horas después decidiste que ya era hora de volver a tu casa, te despediste de ella y comenzaste a caminar
Su departamento no quedaba muy lejos de donde vivías, diez minutos caminando pero al ser casi las 11 de la noche sabías que podía ser peligroso. Debías pasar por varios callejones para poder llegar. Solo te faltaban unos metros, incluso ya podías ver tu casa; pero cuando pasaste por el último callejón escuchaste gritos de dolor y quejidos saliendo de el
Al principio tu corazón se aceleró y seguiste caminando ignorando lo que habías escuchado, sin embargo, una parte de ti quería volver para ver quién estaba herido y poder ayudarlo. Así que después de tener un debate interno contigo misma en si volver o no, al final decidiste regresar para ver quién estaba en aquel callejón
- ¿hola? - hablaste y los quejidos se detuvieron al instante, todo quedó en completo silencio y una parte de ti quiso salir corriendo pero te contuviste - ¿está bien? - preguntaste pero nadie respondió
Estaba muy oscuro y casi no podías ver nada, así que tomaste tu teléfono y encendiste la linterna
- ¿estás bien? - repetiste y finalmente viste a un hombre en el suelo - ¿necesitas ayuda, puedo...? - te callaste cuando viste su brazo de metal y lo reconociste al instante
Sabías perfectamente quién era ese hombre: James Buchanan Barnes, o como todos lo conocían, el soldado del invierno
- oh dios mío - murmuraste y soltaste tu teléfono que golpeó el suelo creando un fuerte ruido, y de no ser porque estabas en frente de un asesino, probablemente hubieras llorado por el sonido que hizo tu teléfono al caer en el suelo, sabías que la pantalla estaba hecha pedazos pero en ese momento no te importaba en lo más mínimo - e-eres.. - te callaste y comenzaste a retroceder por el miedo
Observaste como él se levantó y notaste el dolor que sentía gracias a que tu teléfono seguía iluminando desde el suelo. Seguiste retrocediendo cada vez que él daba un paso más cerca y, gracias a tus nervios y la torpeza combinados, te caíste al suelo
- mierda... - murmuraste y viste como seguía caminando hacia a ti - no me hagas daño.. por favor - suplicaste, sabías que estabas a punto de morir, en aquel sucio callejón a manos del soldado del invierno - no me lastimes.. - rogaste una última vez
