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MES DIEZ.
- esto es demasiado genial - hablaste para ti misma - yo soy demasiado genial
Escuchaste la risa de Sebastian y sonreíste al escucharla
- vamos o nos perderemos lo mejor - tomó tu mano y te arrastró hasta el centro de la pista
Ambos estaban aburridos y decidieron ir a patinar sobre hielo, fue idea de Sebastian. Ya habías patinado sobre hielo pero no recordabas muy bien cómo hacerlo
- ¿hay algo mejor que esto? - preguntaste sujetando su mano mientras pasaban al lado de unos niños
- claro que si - se detuvo justo en el centro y te miró
- ¿que cosa podría ser aún mejor? - miraste su sonrisa
- ya verás - lo miraste entrecerrando los ojos, para ti no podría haber nada más perfecto que esto
Ustedes dos patinando juntos, definitivamente nada podría ser mejor
Hasta que comenzó, al principio te quedaste callada mirando como los copos de nieve caían por todos lados. Miraste al rumano que esperaba tu reacción y sonreíste
Sebastian había pagado para que los cuidadores de la pista de hielo lanzaran la nieve artificial
- ¡eres el mejor! - reíste tirándote a sus brazos para abrazarlo
- creo que merezco un beso por hacerte feliz - murmuró en tu oído, rodaste los ojos con una sonrisa en tus labios
- si querías besarme solo lo hubieras dicho, cariño - rápidamente sentiste tus mejillas arder
Si, quizás ya te habías besado con el lrumano, ambos se habían dicho que se querían. Pero nada era oficial, y el que lo llamaras cariño no fue lo correcto
- ¿como me llamaste? - preguntó tratando de no sonreír
- Sebastian, yo dije Sebastian - intentaste escapar pero él fue más rápido y te sujetó del brazo
- creo que me dijiste cariño, estoy seguro de que no estoy sordo - bromeó y sentiste tus mejillas arder
