3.Prim

402 24 2
                                    

Prim se encuentra en shock, y cuando me dirijo a salir de la habitación, me coge de la mano.

-¡¿QUIÉN ERES Y CÓMO HAS APARECIDO ASÍ?!

Piensa rápido...

-Disculpa, ¿quieres que llame a un médico? Creo que te ha confundido acabo de entrar por la puerta...

No sabía que se me daba tan bien actuar. Me apuntaré a arte dramático en la universidad.

-Ah, me habré confundido... Bueno y ¿qué te trae por aquí, Kristen?

Cuando estoy a punto de decir la tontería  más grande, entran dos soldados vestidos con uniforme verde.
-Necesitamos a esta señorita en la sala de mando ya. Tiene que acompañarnos.

Salvada por la campana.

-Adiós Prim, encantada de conocerte. - Ella asiente a modo de respuesta. - No olvides visitar el médico para que te revise...

Uno de los dos hombres (el rubio) tira de mi brazo para que yo le siga y así lo hago.

Caminamos en silencio por los blancos y grises pasillos y llegamos a una habitación igual a todas las demás pero sin muebles. Solo con una silla de madera en el centro.

-Siéntate.-Dice el soldado rubio.

Normalmente, las protagonistas de los libros que suelo leer se revelarían y lucharían contra estos hombres pero, teniendo en cuenta que no voy al gimnasio desde hace dos años, y que van equipados con unas pistolas del tamaño de mi brazo, mejor obedezco.

-No te vamos a hacer daño, venimos de la sala central. Estamos informados de tu misión.- dice el otro chico, el moreno.

Suelto un suspiro de alivio.
- Esta bien, ¿podríais decirme vuestros nombres?

-Yo me llamo Jack, y este es Gus- dice el mas alto de los dos, el moreno.

Entonces, empiezo a reír, ellos me miran confundidos por que me estoy riendo como si no hubiera mañana.

-¿Se puede saber qué te hace tanta gracia?- Dice Gus, que tiene cara de cansancio por estar esperando de pie desde hace 5 min o así.

-Es que os llamáis como unos ratones de una película Disney - Vuelvo a soltar una carcajada, esta vez la última.

-Será mejor que no pregunte.-dice Jack con una sonrisa un poco confundido. Gus no esta tan sonriente, más bien tiene cara de mala leche.

Por si no lo había mencionado, estos mozos deben de tener unos veinte años, y son bastante guapos.

-Comprendo, y supongo que Ashley es la que os ha enviado ¿no?

- Efectivamente. - Dice Gus- Y has de saber que no siempre te estaremos salvando de situaciones como la de antes, por dios, encima tienes un reloj con súper poderes.- me echa en cara Gus.

-Exacto. -continua Jack. - a lo que iba: esta semana estarás aquí buscando el libro ya que nosotros no podemos permanecer dentro de esta saga por mucho tiempo.

-De acuerdo, y ¿por donde empiezo? -estoy emocionada, más que eso, entusiasmada. -Pero chicos... No puedo andar por aquí con un vestido amarillo. -señalo el vestido con mi dedo indice. -Y sin saber cuál es mi nombre en clave y donde duermo, qué cómo y esas cosas...

-Claro, te hemos asignado una habitación, la 310, cerca de las Everdeen. Así que debes ir con cuidado.
-me aclara Jack

-Allí encontrarás ropa para cambiarte y en un sobre todas las indicaciones de lo que tienes que hacer escritas por Ashley.- Gus dice cogiendo de mi mano para que me levante y le acompañe a la puerta.

-Mucha suerte Kris, recuerda que todo esto lo haces por ellos. Katniss, Prim, Peeta, Gale... - me Susurra Jack cuando la puerta esta semi-abierta.

-Nos vemos pronto chicos. - les susurro de vuelta.

Ellos asienten mientras agitan sus manos al compás despidiéndose de mi.

Salgo corriendo del cuarto, tan rápido, que ni Buggs Bunny podría alcanzarme.
Llego a la 310 y entro. Descubro que tengo un compañero de habitación, y está de pie en el otro lado del cuarto.

Seguramente tiene mi edad.
Desde luego no había visto a nadie tan guapo y con unos ojos azules tan brillantes en mi vida.

Lástima que la ropa de aquí sea tan gris y grande. No le favorece para nada... Solo de pensar cómo le sentaría una chaqueta de cuero ajustada... Pero por el amor de dios, basta Kristen.

-Hola soy Nash, tú debes de ser Kris. Ya me han informado unos soldados de tu incorporación hace unas horas.- se acerca a mí y me da un apretón de manos.

Oh, su mano es tan suave.
Pero Kris, ¡reacciona!

-Encantada de conocerte Nash.

Viajando entre sagas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora