He sido juzgado por no controlar mis situaciones,
he tratado de enmendar errores sin decir ni una sola palabra.
He sido guiado completamente por mis enociones
y eso ha arruinado mis mayores pasiones.
Nunca he sido paciente porque me voy antes de que la última puerta se abra.
He envenenado a la gente más inocente,
incluso a aquellos que amé con pasión desmedida.
¿Perdón? Mi orgullo no está al alcance de pronunciarlo.
No soy nada más, ni una joya entre piedras de agua corriente
y eso me ha llevado a dar una cruel y vulgar despedida,
sólo para aquellos que amé y que mis manos confié alguna vez sin dudarlo.
Pero también soy humano y hago desastres en un segundo,
soy capaz de alzarme en un día y caer al siguiente.
Es como las piezas de ajedrez, donde un mal movimiento te arruina,
sin embargo, existe la revancha para enmendar el error.
También soy humano y he sentido mucho el dolor,
también he llorado de esquina a esquina.
Soy una persona que sí sabe de amor, que sí lo siente,
pero, a pesar de eso, soy alguien diferente en este mundo.
A todos los que he lastimado, perdónenme.
A aquella dulce aceituna negra que desperdicié, te pido perdón.
A aquellos cómplices de la malicia y el error, no comparto su razón,
pero sin tomar en cuenta nuestras diferencias, perdónenme.
Recuerden que soy cobarde y eso me hace humano.
Soy cobarde, sí, pero estoy aprendiendo a ser valiente.
Queda en mi juicio la memoria de aquel joven sano
que se levantó para convertirse en un hombre diferente.
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La metodología poética del espíritu
Poésie✨[#5 de #abstracto entre 291 historias] (5 de agosto de 2019) ✨[#64 de #sentir entre 1.36k historias] (9 de junio de 2019) ¿Una lección? ¿Un manual? ¿Qué es realmente? El espíritu tiene muchas formas de sanar a quien lo necesita, varios métodos que...