El Chico Misterioso

Samy

Cuando guardo el móvil, que por cierto casi se me cae de lo que me tiemblan las manos, le miro disimuladamente.

Madre mía que vergüenza y que nervios tengo. ¡Parezco tonta!

De repente, y en mi estado catatonico, Rober me coge la barbilla y me obliga a mirarle.

Madre mía... que guapo es...

y sin darme cuenta.. zasca! se acerca tan rápido que no me da tiempo a reaccionar... Me besa

Al principio me quedo sorprendida, pero tardó poco en reaccionar y devolverle el beso.

Estoy en una nube.

No se cuanto tiempo estamos como dos tolais que pasan de mirarse a besarse en cuestión de segundos.

Finalmente, y menos mal que él tiene iniciativa porque yo no soy capaz de pensar, me hace un gesto para salir se la estación.

Encantadísima lo acepto y salimos de la mano (ay! madre!)