MI QUERIDA MASCOTA [TAEPYO, BL]

VAMOS A CASA

Taeil estaba sentado en el sofá, era incómodo porque Kyung no dejaba de presionarlo con el dedo.

-Parece un sueño- Dijo en otro estado mental.

-No lo és- Sonrió.

-Lo siento, Taeil- Bajó su mano.

Ji Hoon entró y tomó la mano de Taeil, para llevarselo. Ji Ho entró después, pero para asegurarse de que Kyung hubiera despertado.

-¿Y?- Sonrió.

-No puedo creer que era verdad- Dijo el castaño.

-¿Me darás algo por haberte traído?- Se sentó a su lado.

-No Ji Ho, así que vete- Lo empujó con su pierna.

-Vamos, al menos un beso- Dijo de broma.

Sin embargo, Kyung no lo pensó como tal. Son amigos y de broma en broma...

-Como quieras- Lo arrinconó en la esquina del sofá.

Ji Ho no había visto que eso dejaba de ser broma y levantó más los labios, para ver hasta donde Kyung perdía, pero ese día el señor pepino estaba de muy buen humor.

-¿Qué te toma tanto tiem...

Fue interrumpido cuando Kyung lo besó y sin más reacciones que la de un enorme shock, Ji Ho accedió a un beso más inocente que el que tuvo en la primaria.

-Nos vemos después- Kyung se levantó y salió del departamento.

Ji Ho no podía creerlo, era sólo raro de ver. Había perdido ante el juego de Kyung.

Taeil estaba siendo arrastrado por Ji Hoon, pero un pequeño detalle se les había olvidado.

-¿¡Qué es eso!?- Un chico gritó al ver las orejas de Taeil.

Ji Hoon se sacó su sudadera y se la puso a su mascota, entonces siguieron a paso lento al coche.

-Ji Hoon.

-Shhh.

-¿A dónde vamos?

-A casa.

-¿¡Qué!? Acabamos de salir de ahí.

-No es ahí.

Habían sido un par de años, antes de que Taeil fuera un famoso solista y Ji Hoon un exitoso hombre de negocios.
Ambos ya estaban decididos a que el resto de su vida la pasarían con el otro y mudarse a un lugar juntos, no sonaba mal.

-¿¡Una casa!?, ¿No acordamos que un departamento?

-Mi mamá me lo regaló, dijo que podía vivir e invitar a unos amigos, pero en cuanto me dió la llave...

-¿Qué?

-Pensé en ti, Taeil.

El olor a rosas de centifolia del sur de Francia, el brillante color café oscuro y los pisos de madera, hacían que cualquier hogar se viera romántico.

-Es hermoso- Dijo encantado, Taeil.

-Combina bien contigo- articuló de forma suave.
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Tan pronto llegaron y Taeil miró una casa, tan similar a la de Dong Hyun que hizo que no pudiera caminar más allá de ese extenso verde que cubría la entrada, sin embargo, la mano de Ji Hoon tiraba para continuar.

Pasar al otro lado, significaba que Ji Hoon diría algo y eso le daba miedo a Taeil, en tan poco tiempo había sabido mucho de su historia, pero talvez no sabía nada aún.