23. Ley

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Para Hoseok era casi como un milagro el poder tener a Hyungwon, empezando porque el alto siempre era un adicto al trabajo, que ni a la familia le dedicaba tiempo; pero el mayor tenía la gran ventaja de que estaba en el mismo piso y podía llevarle el almuerzo, podía pasar un par de minutos con él y salir juntos un rato cuando dejaba el coche en su edificio.

Pero Hoseok no estaba contento del todo, ahora eran novios y eso le hacía inmensamente feliz, porque sabía que Hyungwon le quería si se había atrevido a tener una relación, pero se sentía mal porque quería estar más tiempo con el menor, tener citas o alguna cita cursi pero siempre era lo mismo, siempre estaba ocupado, tenía audiencias importantes, citas con clientes o en los juzgados y pues entendía que era un aspirante a juez y que tenía mucho talento, siendo el mejor, pero ya estaba cansado.

—Los novios deberían salir juntos al menos una vez al mes. —expresó su mejor amigo acomodándose en la enorme y cómoda silla de cuero que tenía tras su mesa de escritorio.— ¿Estás seguro que son novios? Porque soy más novio de Minhyuk que es el amigo de Kiki que me tiene ganas, que tú de ese palo sin sentimientos.
—No hables así de Hyungwon, Hyunwoo, no lo conoces. —le defendió Hoseok sirviéndose algo de café en su taza.
—Entonces ve y pídele otra cita, le insistes hasta que acepte o te termine.

Hoseok bebió algo de café, frunciendo el ceño pues se había olvidado del azúcar, y suspiró apoyándose en el escritorio mirando hacia la puerta, como si su pareja fuese a estar allí con esas escasas sonrisas que qué posaban en su rostro.
Pero no, Hyungwon no estaba allí y seguramente no estuviese nunca, era momento de enfrentarlo y sí, tenía que arriesgarse a una respuesta positiva muy improbable como a un potencial rechazo, mucho más posible.

Hoseok no dijo nada, dejó su taza de café sobre el escritorio y salió de su despacho hacia la oficina del mayor, su secretaria ya se había ido, por la hora debía estar solo; efectivamente así fue cuando sin siquiera tocar, abrió la puerta y le encontró sentado con sus lentes puestos, leyendo diversos papeles y escribiendo en su computadora.

—Hyungwon. —su tono de voz era serio, pero inseguro, y el menor pudo notarlo.
—¿Qué pasa?—preguntó Hyungwon mirando al más bajo por sobre el marco de los lentes.
—Quiero que tengamos una cita, deja de rechazarme, somos novios. —dijo el mayor poniéndose frente al alto, aprovechando que por estar Hyungwon sentado, quedaba más alto que él.
—Entonces deberíamos terminar, porque tengo mucho que hacer y no puedo estar siguiendo tus caprichos tontos. —fue la simple respuesta del alto volviendo a lo que hacía antes, como pasando de Hoseok.

Hoseok se quedó mirándole, estupefacto con la simpleza que había usado Hyungwon para dar por terminada su relación, como si no le gustara estar con él, como si fuese una carga y le dolió porque aunque se lo esperaba, en el fondo de su corazón esperaba que Hyungwon demostrase algo más de afecto o que su relación importaba algo.

—Entonces lo nuestro no significa nada para ti... —susurró el bajito apoyándose en el escritorio como si estuviese perdiendo el aire o el soporte.
—¿De qué estás hablando, Hoseok?
—Terminas lo nuestro como si no te importase nada, como... como si tú no me quisieras nada. —Hoseok estaba comenzando a alterarse y el alto ya sabía cómo terminaría todo.
—Estás equivocado Hoseok, utiliza por primera vez esa tonta cabeza tuya. —dijo el alto recogiendo todos los papeles y cerrando la computadora, además dejando sus lentes sobre todo.
—¡Siempre hablas como si fuera tonto estar enamorado! —el mayor se había exaltado mirando al más alto con los ojos llorosos.
—Eres un tonto pero no por estar enamorado. —la voz del menor estaba perdiendo su tono de voz calmado, todo iba a convertirse en una pelea.
—¡Siempre me tratas como un idiota! Sólo quiero salir contigo, una cita, alguna cosa cursi, ser cursi no me hace un idiota.

Hyungwon presionó el puente de su nariz y luego pasó la mano por sus cabellos, tratando de controlarse, no quería golpear al más bajo o ser hiriente, pero esto estaba costando porque Hoseok siempre lograba hacerle enojar.

—¡Entonces vete a la mierda con tus jodidas citas! —gritó Hyungwon poniéndose en pie, sorprendiendo al mayor.— Me importas, me gustas pero ¿eso no te vale? Pasó la noche contigo, hacemos el amor aún teniendo cosas que hacer al día siguiente, comemos juntos en cualquiera de nuestros despachos, te he acompañado a tus audiencias y tú a las mías ¿eso no te vale? Porque si lo único que quieres es una puñetera cita, entonces búscate otro.
—Quiero llevarte a cenar, a algún restaurante y no porque ganes un caso, no, quiero llevarte porque eres mi novio, eres quien más me importa. —el tono de voz de Hoseok había cambiado cuando escuchó lo alterado que se había puesto Hyungwon.
—Sabes que estoy lleno de casos, exámenes para mi aplicación a juez, citas con magistrados, con jueces, con clientes, te dedico mi poco tiempo libre ¿no te basta?
—Usa ese espacio donde almorzamos aquí y déjame llevarte a algo cursi, ¿tanto miedo tienes de enamorarte? Porque yo ya lo estoy y aunque ha sido difícil estoy feliz.

Hyungwon se quedó sin palabras, no sabía cómo enfrentar aquellos que le había dicho su mayor, porque tenía razón, ambos tenían razón pero el miedo a enamorarse era real y estaba presente en ese momento. Hoseok había dado en su punto débil, tenía miedo de que esas cosas cursis le hicieran querer más al mayor, que recibir esos detalles tan asquerosamente cursis le llevaran a un punto sin retorno, tenía mucho miedo de enamorarse, porque ya se sentía muy atraído por Hoseok como para terminar rendido ante él, porque no era su estilo, porque en sus treinta y dos años nunca se había enamorado, nunca había sentido cariño especial por alguien y aquel idiota con la cabeza llena de aire no podía ser el primero.

Hoseok supo la respuesta a aquella pregunta al ver la expresión de su novio, parecía perturbado, ensimismado, asustado; había dado en el clavo.

Hoseok no podía ser el primero... era el primero.

—Hazlo por mi, sólo una cita, tenemos varios meses saliendo y nunca salimos de nuestro papel de abogados ocupados, eres el mejor penalista, pero Hyungwon también merece un espacio lejos del trabajo. —Hoseok caminó hastaponerse al lado del más alto, tomando sus manos.
—No vuelvas a hacerme escándalos, idiota.

Esa fue la forma de Hyungwon para aceptar aquella cita, Hoseok lo conocía y entendió, por lo que tras un rápido beso, le abrazó acariciando su espalda, dejando que ambos se llenasen de esa sensación enorme de cariño y amor extraño que sólo ellos podían profesarse.

Había sido su primera pelea, quizá la más absurda pero la que había llevado a aquellos dos abogados a unirse mucho más que antes.

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¡Holi!
¿Ya les había dicho que los amo como abogados? Aquí va otra parte de ellos porque los amo.
Este one shot está entre Oficial y Cariño.

Espero lo hayan disfrutado

Dan💜

30 One Shot Challenge [Monsta X • HyungWonho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora