11. Oficial

645 78 24
                                    

Su relación había crecido mucho, ese asunto había sorprendido mucho a Hoseok, porque el abogado tosco, serio, sin sentimientos y amargado que tenía como casi pareja, ahora tenía cierto nivel de confianza, reía y correspondía a sus gestos cursis a su manera, y era eso lo que le hacía sentir bien.

Hyungwon le había invitado a cenar y a pasar la noche, pues ambos habían tenido muchos días de no verse, porque el trabajo estaba en su cúspide y el tiempo para ellos estaba muy reducido, pero ese fin de semana era el momento perfecto para verse.
Hoseok estaba feliz porque el menor nunca le invitaba a nada, porque el de las ideas y quedadas era él, y ahora el chico que era su novio pero no era su novio, le había invitado a cenar; así que había preparado algo, que seguramente lo iban a mandar a la mierda pero al menos lo intentaría.

El mayor llegó al lujoso apartamento donde el menor vivía, y tocó el timbre, esperando con una sonrisa, escuchando la voz de él en el citófono, para asegurarse de quien era quien llamaba.
Ingresó sacándose los zapatos y dejando un pequeño beso en los labios del alto, recibiendo una sonrisa de su parte.

—Yo no cocino, soy un desastre, pero he comprado una buena cena, lo siento si esperabas algo casero, no quiero intoxicarte o que te mueras. —habló el menor llevando una botella de vino a la mesa.
—¿Quien iba a pensar que eras tan lindo? —cuestionó Hoseok sonriendo mucho más, dejando sus cosas a un lado, para acercarse a abrazar al más alto.
—Cállate, a la próxima le echo veneno a lo que compre.—se quejó el alto separándose y sentándose en la mesa.

La cena les esperaba, ya servida de una forma bonita, pastas, con un poco de ensalada en un pequeño plato aparte.
Hoseok estaba enternecido con la preparación del más alto, por lo que se acercó al menor, dejando un beso suave en su mejilla y tomando la botella de vino, descorchándola y sirviendo un poco en las copas listas en la mesa.

La cena fue bastante calmada, una pequeña conversación de cómo habían sido esos días, sobre sus casos más relevantes, y de los cambios en la justicia, pues ambos como abogados, tenían muchos temas en común y quizás ese fuese uno de los puntos por los que Hyungwon había accedido a seguir saliendo con Hoseok.
Porque ellos no eran oficialmente una pareja, a pesar de los meses y las citas que habían compartido, a pesar de las noches juntos, las caricias, los besos y el sexo, ninguno había tomado la iniciativa de ponerle título a su relación.

—¡Traje algo! Para que pasemos una noche divertida. —habló Hoseok emocionado llevando los platos a la cocina.
—Cuando hablas de algo divertido, eso en ti, es sinónimo de algo ridículo. —se quejó el menor organizando la mesa y dejándose caer en el sofá esperando a Hoseok.

El mayor tomó sus cosas y se acercó a Hyungwon, acomodándose a su lado, sacó de su bolso dos paquetes y le entregó uno de estos, donde se veía una prenda de color verde.
El genio de Hyungwon empeoró, mientras abría el paquete y se encontraba con un gran pijama de rana.

—Voy a ser amable... ¿te tienes en tu jodida mente, Hoseok? —preguntó el alto con una sonrisa bastante falsa, intentando ser amable y no matar al chico con ese pijama ridículo.
—Una pijamada en pareja. —respondió el mayor con una sonrisa, sacando el propio, de un conejo color rosa.

Hyungwon no sabía qué decir, estaba molesto, cabreado, quería tirar a Hoseok por la ventana. No usaría pijamas ridículos ni haría las payasadas que el mayor tendría en mente, porque no era su estilo ser así, lo iba a matar y alegaría ira e intenso dolor, porque claro su dignidad estaba siendo lastimado.
Pero el enojo se disipó un poco al detallar el de Hoseok, era un conejo rosa, era incluso más ridículo que ser una jodida rana, carcajeó y le tiró la prenda en la cara.

—Ni loco voy a ponerme eso, es absurdo, Hoseok, podemos dormir en ropa interior como siempre. —se quejó poniéndose en pie, buscando alejarse del mayor.— Estamos bastante grandes como para ponernos en eso.
—¿Cómo es que bebes leche sin que se corte? Eres demasiado amargado. —se quejó el más bajo comenzando a desvestirse para ponerse su pijama.
—¿Perdón? —el alto se giró con el rostro rojo, molesto, lo iba a matar.— Repite lo que acabas de decir Shin Hoseok.

El mayor supo que había cometido un error en ese momento, sólo esperaba que eso no arruinara todo lo que habían avanzado durante ese tiempo.

—Siempre cedo yo por ti, haz esto por mi, no vamos a salir a la calle o gritarlo al mundo, quiero hacer algo bobo con el hombre que me gusta.

Eso había sonado demasiado serio y doloroso, a Hyungwon le dolió, se replanteó todo, y Hoseok tenía razón, siempre era muy duro con él, considerando lo mucho que se esforzaba por impresionarle, por agradarle y nunca generarle algún malestar. Hoseok era el mejor novio que había tenido, y no quería perderle porque realmente le quería.

Hyungwon arrebató el pijama de rana y se fue a su cuarto a cambiarse, sin mediar palabra con Hoseok, pero él le conocía y se sentía bastante enternecido con el menor, porque era como un niño, uno demasiado amargado y orgulloso pero era su niño.
Terminó de cambiarse y dejó su ropa con cuidado a un lado y que quedó de pie esperando al menor.

El alto salió con su pijama puesto, con una sonrisa fingida, y como si estuviese modelando para el mayor, quien corrió a abrazarle y le llenó el rostro de besos hasta hacerlo reír, acción que no le costó mucho.

—¿Estás contento? —preguntó Hyungwon abrazando al mayor por la cintura, observando aquella pijama que él llevaba, no se veía mal como conejo rosa y musculoso.
—Mucho... —habló en un susurro dejando un par de besos en los gruesos labios del alto.— Eres el mejor no... —se interrumpió antes de volver a besarlo.
—Dilo, anda, soy el mejor novio, porque eso somos, somos novios ¿no?

El rostro dé Hoseok se encendió, estaba enrojecido y abochornado por esa situación, Hyungwon nunca era así y ahora le tenía abochornado confirmando su relación como si fuese algo de lo más obvio del mundo.

—Vamos, estoy usando un ridículo kigurumi por ti, al menos confirma que somos novios. —volvió a reír y Hoseok sólo asintió, embobado con la risa del alto.

El ambiente volvió a la normalidad, lo más normal que podría ser con dos hombres de treinta años vistiendo pijamas de animales, abrazándose y compartiendo como solían hacer normalmente, viendo películas, acurrucados en el sofá.
Hoseok tomó fotos, selfies, y todo recuerdo que pudo porque ellos así vestidos, no iba a volver a pasar, y ver a Hyungwon como si fuese un niño en pijama infantil, no pasaría nunca, necesitaba recuerdos de su novio en cualquier faceta, porque era todo lo que nunca dejaba ver al mundo.

___________________________________
Me apetecía mucho continuar con lo de los abogados, me parecen tan lindos;-;

Espero les haya gustado

Un abrazote

Dan💜

30 One Shot Challenge [Monsta X • HyungWonho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora