⚘Capítulo 4: Lo más cercano a un cuento de hadas

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     Carruajes de lujo, luces por doquier iluminando la oscuridad que cubría el cielo, acompañadas de música la cual provoca que tu cuerpo de mueva de manera inconsciente. Y no olvidemos los exquisitos aromas de la comida y bebidas servidas las cual inundaban e invitaban a ser servidas. Todo este lugar el cual no creían volver a tocar, como invitadas, les hacia iluminar sus pupilas mágicamente.

     Era un cuento de hadas, sí. Este día lo iban a disfrutar tal y como si les quedara solo 10 horas de vida.

     —Wow~ —expresó su asombro Wendy cubriendo su boca con ambas manos.

     La emoción que sentía la joven estaba a otro nivel, jamás había experimentado algo igual. Era mágico.

     —¿Es tu primer baile? —preguntó Levy.

     La joven asintió y siguió viendo por la ventana del carruajes que les llevaba. En fin, no les tomo más de 5 minutos el llegar a la entrada del castillo para que un guardia abriera la puerta del carruajes revelando a las chicas.

     Las pocas personas que están presentes quedaron atónitos. Esas damas que descendian de aquel carruaje les dejaron sin aliento. Se podría decir que eran diosas en este preciso momento, jamas habían visto belleza somo estas y eso que llevaban mascaras que cubrían sus rostros, algunas dejando ver más que otras pero... el aura no podía pasar desapercibidas. Cualquiera pensarían que pertenecían a la realeza pero jamas habían visto o escuchado de joven con tales características provenientes de el reino de Fiore u otros, era extraño pero paso desapercibido con el simple pensamiento de tratarse de nobles sobrepotectores con sus hijas. Idea totalmente equívoca en este caso.

     Cada una de ellas vestía un atuendo que le recordaba a su país natal. Tenían su propio toque especial representativo de aquellos reinos lo cual les daba pistas a quienes fueran más estudiosos en esos campos de conocimiento.

     Se abrieron paso en la dirección de donde provenía aquella rítmica y preciosa música. Aquellos músicos tenían un gran talento pensaron ellas; la manera en que transmitía sentimientos la melodía era mágico. Y no solo estamos hablando de la música –esta tan sólo era la guinda de la torta– esas estrellas que iluminaban el baile completo te harían alucinar. Sí, eran como estrellas o así se veían desde donde ellas estaban, los candelabros daban esa ilusión, un techo que no se diferenciaba del exterior. La replica perfecta de una noche estrellada. Acompaña toda esta ilusión con mesas repletas de aperitivos variados tanto de Ishgar, Frostland y Arakitashia preparados por los chef más famosos de los tres continentes. Una esplendida muestra de la riqueza y poder del cual el reino de Fiore había adquirido estos últimos años. Hasta los sirvientes que se paseaban con bandejas se veían elegantes y sofisticados, era un retrato de un cuento de hadas. Lo que toda dama quisiera vivir.

     —Será qué ya me he ajustado demasiado al campo de batalla que encuentro este escenario empalagosos y en parte desagradable. —comento Levy para luego suspirar.

     Claro, menos para nuestras protagonistas. La peliazul se llevó las miradas confusas de todas, desde luego, ella era la mas animada a venir en un comienzo.

     —No me miren así. Si bien será divertido, pero el solo ver a esas chicas más adelante siento pena ajena.—Apuntó Levy a un grupo de cuatro damas que con sus manos en sus bocas y con sus mejillas sonrojadas miraban a otros muchachos frente a ellas. Sin mencionar que se sorprendían por cada detalle dentro del palacio.

     Cuatro de las cinco chicas sonrieron en acuerdo con lo dicho por su amiga, si bien esas nobles se veían algo inocentes para ellas, esa tierna inocencia solo la podía Wendy quien no entendía porque  su mayor decía aquello. Para ella era una sensación parecida, creía que todo era muy elegante y mágico por lo que termino algo desanimada. Aquella expresión fue notado por la mayor del grupo.

Un Baile Simplemente -Fairy Tail.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora