Asesina -Diabolik Lovers

003

No habíamos puesto ni un pie en la mansión cuando todos aparecieron delante mío, me quite la chaqueta de la escuela y la eche encima del sofá suspirando.

—Bitch-Chan, eres mala...— Dijo un poco serio pero con el mismo tono pícaro de siempre.

Akame le dio una patada en el estomago y suspiró.

—Vuelveme a decir a si y te corto lo que te hace hombre.

Si Akame tenía algo era carácter, y eso llamaba mucho la atención de aquellos vampiros.

—Les dije que si no estaban ahí en diez minutos me iría, soy alguien de palabra.— les sonreí y me eché en el sofá.

—Creo que necesitas un castigo— Dijo Ruki acercándose peligrosamente a mi cara.

Rei armoniosamente tirando de su corbata acercandolo aún más. —Intentalo vampirito.— y le di un leve empujón todos tenían una pequeña cara de sorpresa, otros una un poco divertida y algunos una que Akame no supo identificar. —Den gracias a Lucifer que estoy de buen humor hoy vampiritos, KarlHeinz se encargará de darles un castigo.

—Pensé que tendrías el valor suficiente para castigarnos tu.— Dijo el más alto de todos, sin duda un titan.

—Tengo el valor, pero no el tiempo, no lo perderé por estar con unos mimados como ustedes— Dije y desapareci de ahí, sufriente había tenido.

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Estaba tranquila en mi pieza cuando olí el horrible aroma del rey vampiro, me teletransporte a la sala.

—Les dije que no se metieran con ella— Dijo ese hombre.

—¿Que haces aquí?— Pregunte mientras me cruzaba de manos— Dijiste que me dejarías encargarme de esto, todavía no los iba a matar. —el mayor río.

—Vine a decirte algo importante.— dijo un poco nervioso borrando su sonrisa —Lucifer...— cuando dijo su nombre se me erizo la piel, no le dije nada, oh no.

—¡Mierda!— Grite —¡Estupido Papamaki! —Dije corriendo de un lado a otro mientras él se hacía bolita en una esquina –Nos jodimos, y yo no voy a estar aquí para cuando el venga –Advertí mientras desaparecía y aparecía con una maleta y un sombrero en la cabeza— Fue bueno conocerlos, los veos en el infierno— les dije a los chicos que miraban confundidos la escenita —¡Le dejo todo a mi perro! –Grite corriendo hacia afuera cuando un mano me detuvo.

—Akame Hikawa...— Dijo la voz que menos quería escuchar.—

–¿Lu-Lucifer...?—Dijieron los chicos y yo trague seco.

—Hey, ta-tanto tiempo.— rei nerviosa viendo como el rey vampiro se mecia de adelante hacia atrás en la esquina —To-todo tiene una ex-explicación— Dije nerviosa.

—¿Que rayos haces aquí?

—Yo...papá...pues— susurre.

—¡¿PAPÁ?!— Gritaron todos mientras yo reía nerviosa.

—si, bueno, es gracioso...y, ¡Adiós perros!— Dije y salí corriendo mientras era perseguida por mi padre y KarlHeinz trataba de esconderse detrás de una cortina.