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Me extendí por la cama aburrida, ¿qué haré hoy?

Suspire cansada, hoy era sábado y no tenía nada que hacer, solo tarea, aburrido.

Me levante, pensé en leer un rato pero, todo los libros que tenía ya los había leído.

Mi celular...quien sabe donde estaba.

Aquí no había televisión.

Y no tenia amigos para salir.

Los y las, demonios nos aburrimos muy rápido, es una característica muy vista en nosotros.

Salí de mi cuarto y entre a la primera habitación que vi, sabiendo inmediatamente de aquien en pertenecía.

—¡SHU!— Me tire encima de él, lo vi abrir un ojo.

—¿Por que haces tanto ruido?, ¿que quieres?— Pregunto volviendo a cerrar su ojo sin interés demostrado.

—Muchas cosa ¡uh!— Me levante de encima de él y me acoste a su lado en la cama —Estoy aburrida, de hecho no se que hago aquí, lo único que haces es dormir.—No oí que me respondiera así que supuse que se quedó dormido.

A los pocos segundos sentí como me atraía a él dándome un abrazo, lo intenté apartar pero su agarre de fortaleceo en mi cintura, se quitó uno de sus auriculares y me.lo puso a mi, la melodía inundó mis oídos poco a poco y mis ojos empezaron a cerrarse, ahora entiendo porque duerme tan rápido.

—Gracias— Susurre antes de caer en ese sueño tan placentero, sin duda dormir con el Sakamaki mayor me gusta, parece un enorme oso muy abrazable.



Un sonido me despertó, Shu no estaba conmigo, ¿ahora donde se fue ese perezoso?

Suspire, —Y yo que estaba tan cómoda.

Salí de la habitación tratabdo de buscarlo pero una agradable melodía me hizo olvidarme de eso, ers un piano.

Me acerqué a donde parecía que provenía el sonido.

—¿Laito?— Pregunte al entrar. Se volteó y me sonrió.

—¿Que hace aquí la pequeña demonio? —Espera...¡No me llamo Bitch-Chan!, es un avance.

Le sonreí —¿Tocas el piano?— Me acerque a él tocando levemente las teclas del piano, asintió.

—No lo hago muy a menudo, pero si, me gusta, lo toco, pero también toco otras cosas.— Rodee los ojos.

—Ibas bien Laito— Reí, nunca faltaban sus comentarios pervertidos, el también río.
Me senté junto a él y empece a tocar una melodía que al poco tiempo el siguió.

Empece a cantar levemente mientras tocábamos, al terminar, el silencio reino en el lugar, pero era cómodo, muy agradable a decir verdad.

—Cantas bonito— Comentó minutos después y yo recargue mi cabeza en su hombro.

—Gracias. —Sonreí y nos quedamos ahí unos segundos más.

Pasar tiempo con estos dos vampiros me hizo creer que tal vez, solobtal vez podría llevarme bien con ellos.

Asesina -Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora