Asesina -Diabolik Lovers

004

Desgraciadamente mi padre tenía más poderes que los míos y logró atraparme, ahora todos estábamos en la sala en silencio después de que a Papamaki le dieran una buena por proponerme trabajar aquí.

—Akame...Dejare que sigas "trabajando" aquí aunque no lo necesites— Dijo y lo mire confundida, el no me dejaría quedarme tan fácil, y esa mirada de.ostraba que trataba algo. —Bueno me voy, y recuerda que mañana vendré aquí a cenar con tu madre, ¿entendido?— asentí para luego verlo desaparecer.

—¿Alguien me explica que acaba de pasar? —Hablo el mayor de los Mukamis y mire a Karl pidiéndole ayuda.

—Bueno...Es una larga historia y...— Se quedó pensando en una excusa, miró a su teléfono y fingió una voz preocupada —Mira que hora es, me tengo que ir queridos hijos, chao.— Dijo nervioso y desapareció, gruñi bajo.

—Si, yo también me voy. —Salí corriendo nerviosamente y me metí en mi habitación.

—¡Espera!— Oí a Reiji gritar pero no le hice caso.

Me tiré en mi cama pensando en que debía hacer con la cena que tendría con mis padres, a decir verdad me preocupaba un poco el hecho de esa mirada cómplice de Lucifer.

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Ya habían pasado unas horas desde que mi padre se había presentado con mi madre en la mansión Sakamaki, algunos momentos eran un poco incómodos por lo que trataba de sacar temas al azar.

En este momento nos encontrábamos en el comedor, todos comían en silencio, el ruido de los cubiertos sonaban contra otros, a mi derecha tenía a Azusa, de todos los hermanos Azusa era el más tierno, a mi lado izquierdo se hallaba Subaru comiendo tranquilamente sus fresas con crema, y los ojos me brillaron.

—Subarin— susurre al albino que me miro preguntando con la mira que queria. —Yo se que tú me quieres desde que llegue a esta mansión— El me miro confundido y yo reí. –¿Me das una fresita?— El negó y siguió comiendo con su vista al frente.

Le estuve suplicando y suplicando, ya se estaba cansando así que me extendió las fresas y yo le sonreí amablemente comenzando a comerlas.

Akame. 1. Subaru. 0. 

Cuando acabe las fresas le di un beso en el cachete a Subaru y este solo se sonrojo volteando a otro lado.

—Que lindo.— susurre y reí —gracias Subaru.

Al poco tiempo después mis padres salieron de la mansión, sin antes decirme que en una semana vendría a verme.

Suspire y mire a los chicos —Bien, la escuela nos espera, en diez minutos abajo.— le sonreí y me teletransporte a mi cuarto.

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Cuando baje todos estaban ahí.

—Parece que llegaron temprano hoy. —Dije  viendo que los nueve vampiros se hayaban abajo, ellos asintieron.

—No nos quedaba otra opción, un idol como yo no puede estar perdiendo clases— Dijo Kou y rodé los ojos.

—Solo avanza diva —Dije empujándolo a la limusina.

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