Al llegar al baile, Marco se encontró con que casi todos sus compañeros de clase estaban allí, disfrazados de toda clase de cosas. Se movían de un lado al otro, charlando y sonriendo, hasta que un grupo de seis personas, todos con los uniformes del parque del señor Nieve, los guiaron hacia un sitio que no habían visto antes.
En un principio, parecía una piscina común y corriente, sólo que tenía lo que parecía ser un muelle. Y, entonces, algo rompió la superficie del agua, y apareció la boca de un submarino, uno tan grande como la casa de Marco... lo que quería decir que el vehículo completo era, al menos, cinco veces mayor.
El señor Nieve los esperaba, sonriendo.
-Les doy la bienvenida, jóvenes. Es un honor el tenerlos aquí, para estrenar en primer submarino activo de la historia de la ciudad. ¡Podrán contarle esto a sus nietos!- risas generales, miradas emocionadas –Ahora, les doy la bienvenida a la fiesta de cumpleaños de mi hijo, Jack. Por favor, pasen y disfruten del paseo. Será uno que siempre se recordará.
De a dos, fueron entrando por la puerta, que parecía la de una nave espacial, y bajaron por unas escaleras de caracol. Dentro, la temperatura era agradable, pero no dejaba de ser fresca. Pasaron por un pasillo hasta llegar a una inmensa sala de baile.
-Damas, caballeros, bienvenidos- Marco reconoció a la chica de la chocolatería –En unos segundos, el submarino se sumergirá en las aguas del río subterráneo. Puede que sientan un ligero bamboleo, pero sólo será por un par de segundos. Esperamos que disfruten de su estadía...
-Te están mirando, Marco- la dijo Star, sonriendo –Y a ti también, Tom- le avisó al otro.
-Es que somos muchachos bonitos con buenos trajes- dijo el demonio, sonriendo.
-Y el... saber que hay gente que te aprecia te hace feliz- dijo Marco, apretando la mano de Tom y tomando la de Star.
-Oh, Marco- dijo la chica, y los abrazó.
Para cuando empezó el primer baile, a nadie le sorprendió que el Señor del Fuego y el Mariachi esqueleto bailasen juntos.
.-.
En un momento de la velada, las luces se apagaron y una cantante famosa local comenzó a entonar una versión de una de las canciones de moda. A Star le gustaba, a Tom no tanto, y Marco se encontró con que había tomado demasiado jugo. Se despidió de Tom con un saludo de la mano y le preguntó a una de las camareras en dónde estaba el baño.
Cuando estaba a punto de volver a la sala de baile, notó que había una figura, vestida de blanco y celeste, encorvada e inquieta.
-¿Jack?- el muchacho rubio levantó la cabeza de golpe y, al verlo, asintió. Parecía que era un muñeco con una cuerda demasiado tensa -¿Estás bien?
-No- dijo, y pareció desinflarse –Es decir... no lo sé.
-¿Quieres que llame a tu padre, o a alguien...?
-No, por favor- cerró los ojos, respiró hondo y los volvió a abrir –Pero sí puedes... ¿podrías acompañarme por unos minutos? Hay algo... algo que necesito decirte.
.-.
-¿Jack?- el muchacho parecía algo nervioso, llevándolo de la mano hacia un sitio que no parecía estar habilitado para la celebración -¿A dónde vamos?
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Hasta los huesos
FanfictionLa Luna de Sangre ha afectado a Marco, y también a Tom. Marco se da cuenta de es cuando se encuentra con la reina del infierno, y el mencionado príncipe, en su sala, esperándolo. Y no puede negarlo cuando su cuerpo comienza a cambiar. La portada es...