Cuando ya estaba terminando la última clase del día, francés ( la que más aborrezco ), recibo un mensaje suyo: "hola Vic." El corazón me palpitaba con fuerza. Ignoraba que supiese que iba a este instituto. Nate y yo llevábamos siendo amigos desde la primaria pero en el paso de primaria a secundaria dejamos de hablar. Yo llevaba secretamente enamorada de él desde el momento en el que nos juramos que seríamos mejores amigos para siempre. Acababa la clase, y por descontado mi profunda conversación con Nate, la cual se limitaba al mensaje que me había enviado, cuando me pareció ver a una perdiz estrellándose contra la ventana.
~Victoria
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Perdices
RomancePerdices: aves con las que terminan los cuentos, la clave de la felicidad