Vic estaba muy pensativa, creo que ni siquiera se dio cuenta de que caminaba a su lado. Seguro que se había olvidado de que habíamos quedado, o a lo mejor simplemente no le apetecía y no me lo había dicho para no herir mis sentimientos. Solo se dio cuenta de que alguien iba con ella cuando estuvo a punto de caerse y la sujeté. Y menos mal, porque si se hubiese caído se habría hecho un esguince por lo menos. Es tan despistada que no sé como aún lleva la cabeza sobre los hombros. En fin, espero verla en el cine. Por cierto, hoy he visto a la perdiz que me lleva siguiendo estos días con otra. ¿ Será la de Vic ? Pero que digo, la gente no tiene perdices que les sigue, ni siquiera yo. Debo conquistar a Victoria pronto o empezaré a volverme loco, o mejor dicho, mas loco.
~ Fred
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Perdices
RomancePerdices: aves con las que terminan los cuentos, la clave de la felicidad