Una de las poquísimas cosas que no me gustan de Twinkle es que es demasiado sentimental. Siempre detecta los más mínimos detalles de las personas y cuando alguien hace algo por ella por más insignificante que sea hace que deje de ver todos sus defectos, hace que le quiera. Perdona cosas que nadie debería perdonar y hace cosas por gente que no se merecen ni que una perdiz como Twinkle le mire dos veces. Ha confiado, la han dañado, la han utilizado y han jugado con ella, la han convencido para que cuente cosas que quizá jamás debería haber contado y por eso tiene un muro construido alrededor de su corazón, algo completamente comprensible. Su problema es que ese muro es demasiado fácil de destruir.
Sé que esto no tiene que ver nada con la historia, que estamos contando en esta especie de entrevista mental que nos hace la APC los problemas que tenemos con nuestros humanitos y la relación que tenemos con nuestros compañeros, pero me pareció importante comentarlo. Supongo que es una de las cosas que más me gustan de ella, a la vez de una de las que menos. Supongo que la quiero. Pero sobre todo supongo o al menos espero suponer que algún día Twinkle me querrá tanto como yo la quiero a ella.
~ Flash
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Perdices
RomancePerdices: aves con las que terminan los cuentos, la clave de la felicidad