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Inaceptable.
No había manera.
Soy un caso perdido.
¡No puedo creer que siempre termino obedeciendo sus ideas locas!
¡Quien quiere enemigos teniendo una mejor amiga!
Me observo una vez más en el espejo, es una locura.
Debo admitir que el vestido rosa me calza perfecto.
Me coloco la peluca rubia y observando mi reflejo en el espejo de pie de la habitación de mi hermana, podría jurar que soy una chica.
Las mejillas sonrosadas (no son producto del maquillaje), los labios rojos y las pestañas postizas. Todo robado de mi hermana, si se enteraba me castraba.
Tomo mi móvil y abro la cámara. Aún no entendía porqué mi mejor amiga querría verme así, pero tampoco me costaba hacerlo.
Tomo la foto de mi reflejo en el espejo, aunque a penas me reconozco.
Abro el chat que tengo con ella y sin pensarlo mando la foto. Tiro el móvil a la cama de mi hermana y en menos de un minuto suena, anunciando la respuesta.
Lo tomo y me horrorizo.
Me equivoqué de chat.
"Qué guapa, oye. La foto se verá hermosa en las paredes del colegio."
No.
De todos mi contactos... a él no.
Mis mejillas arden de la vergüenza. Mi corazón está a mil.
Empiezo a desvestirme apresuradamente, como si pudiera verme.
Guardo todo y ordeno un poco el cuarto ajeno. Salgo de allí y me meto bajo las sábanas de mi cama, protegiéndome de lo que sucederá mañana.
Soy imbecil.
Miro el chat, debatiéndone si debería responder, quizás aclarar que la foto no era para él. ¡¿Qué pensará de mí ahora?! ¡Se imaginará que me gusta! (No muy alejado de la realidad) ¡O que soy un pervertido! (También se asemeja a la realidad)
Escribo con los dedos temblorosos. Borro, escribo, vuelvo a borrar.
Me detengo cuando veo que él está escribiendo.
"¿Tienes más fotos?"
Se me corta la respiración.
¿Me está tomando el pelo?
La rabia se apodera de mí y escribo sin pensar.
"Lo siento, me equivoqué de chat. No es necesario que te rías de mí. Idiota."
Pulso enviar sin pensar en las consecuencias de mis palabras.
