Millie Pov's
- Me pregunto que haremos mañana -me dijo Finn mientras me abrazaba y me hacia cosquillas en la espalda.
- ¿Qué sucede mañana? -le pregunté, no podía ser un "mesversario" porque seguíamos en febrero y tampoco teníamos que juntarnos con la hermana de Noah para organizar la boda hasta dentro de una semana, así que estaba completamente perdida.
- ¿En serio, Millie? -me encogí de hombros y lo miré con inocencia para que no se enojara por mi ignorancia.
- En serio, mañana no hay ninguna fecha especial -le dije.
- Es San Valentín -me explicó.
Por supuesto, mañana era 14 de febrero, el día de los idiotas enamorados, Finn sabía como me ponía ese día, molestaba a parejas si las veía besándose en la calle o si caía en un día de clases, me burlaba con Peter de los chicos y sus regalos.
- Bueno, ¿y qué con eso? -Finn me soltó y me miró con seriedad.
- Lo sabía, todo es una farsa, tú no me quieres -dijo en un hilo de voz, ya conocía ese truco, los últimos días había descubierto lo mal que me sentía cuando fallaba como pareja, así que se aprovechaba de eso y me hacía sentir culpable para que hiciera lo que él quisiera, antes le habría lanzado un libro por la cabeza para que me dejara en paz, pero ya estaba tan acostumbrada a verlo como mi futuro esposo que cuando me decía estas cosas, a pesar de saber que eran mentiras y que lo hacía para controlarme, sentía una bofetada en la cara.
- Lo siento, Rizos... -me disculpé, pero él no cambió la expresión triste de su rostro, me coloqué de puntillas y lo besé con rapidez, vi un atisbo de sonrisa y me separé- ¿qué quieres hacer mañana?
- Vayamos a comer a algún lugar después de la escuela -asentí y le dije que podríamos invitar a Mel con Gaten, para hacer que de una vez esos dos tuvieran una cita.
- No, quiero tenerte sólo para mí -me dijo con terquedad.
Era absurdo, pasábamos todos los días juntos en la escuela, lo iba a buscar después del trabajo, no me dejaba sola cuando estábamos en casa y dormíamos en la misma cama.
- Pero, Finn... -comencé a protestar, pero él bajó la mirada con decepción y tuve que evitar las ganas de darle la espalda y marcharme de nuestro cuarto.
- Hazlo por mí -susurró.
Y ese fue el punto final de nuestra discusión.
No me quedó de otra que aceptar la cita, Finn sabía como hacerme ceder a sus peticiones, nunca lo habría imaginado, desde los quince años el me obedecía y parecía sumiso a mis órdenes, pero ahora que parecía saber lo que me proponía con esto de hacerlo feliz bajo cualquier circunstancia, se aprovechaba y ocupaba todos los medios que tenía a su disposición para hacerme caer bajo sus pies.
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what is love? - fillie
Roman d'amourFinn siempre fue el favorito de la abuela, todos lo encontraban un chico muy listo, adorable y amable, un verdadero encanto. Tonterías. No se acercaba ni de lejos a mi definición de perfección.