Capítulo 4- Invitación (parte 1)

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Yanet.

Amiga vamos tu puedes no te va a comer - escucho a Ana animarme para que valla a hablarle a Eduar.

¿ Además como vas a hacer el trabajo si niciquiera te animas a hablarle? - dice ella mientras acaricia mi hombro con suavidad. Parece que su esfuerzo esta dando frutos.

Estamos en la cafeteria ya se había acabado la clases de literatura. Me decido a caminar hacia la mesa donde esta, que por suerte para mi esta solo.

Vamos Yanet, respira. Sólo tienes que ir allí y hablarle.

Camino en su dirección, mis manos están sudando y mis nervios están por los aires. Siento algunas miradas sobre mi lo cual me pone aún más nerviosa de lo que ya estoy, pero trato de ignorarlas. Cuando ya por fin estoy frente a el ruego para no desmayarme.

Ho-hola- le saludo tartamudeando. Dejó salir un largo suspiro.

Hola- dice tarquilamente.

Oh, por Dios. Que vos tan sexy.

Oye te que-queria preguntar, ¿en donde nos vamos a reunir para hacer el trabajo?- le pregunto. Bueno por lo menos no tartamudee tanto ¿o si?.

Donde sea, si quieres en mi casa- dice casualmente, encogiendose de hombros.

Bueno es-esta bien- le digo. Y creo que mi conciencia me está golpeando en el rostro en este momento, por tartamudear tanto y por quedar como tonta, el seguro piensa eso de mi.

Si, pero no sabes la dirección de mi casa, verdad?- me pregunta, una risita silenciosa sale de su boca.

¿ que la hace gracia? ¿ que yo este al borde del desmayo?

Bueno, sí la se chico hermoso, porque te acoso desde hace tiempo.

Claro no le respondi eso.

No, ¿me la podiras anotar?- le pregunto. Logré dicirle una frase sin tartamudear, al fin.

Bien, aqui tienes- me pasa un pequeño papel con su dirección escrita que saco de la mochilla, aunque no la necesitaba.

Gracias entonces nos vemos a la tarde- muevo mi mano en forma de despedida.

Hasta luego- me da un vistazo rápido y luego vuelve su atención hacía su comida.

Hable por primera vez con Eduar.

Digo por segunda en realidad.

Ufff eso fue estresante el se veia tan calmado y yo muriendo de nervios.

Lo lograste, pero estas sonrojada- dice Ana mirando mis mejillas que deben estar ardiendo, una risita sale de sus labios.

Espera... estoy sonrojada ¿en serio?

No te vorles- le digo apenada y tapó mis mejillas con mis manos.

Y por cierto ¿donde esta Eric?- le pregunto, recordando que no lo había visto después de la clase.

Ni idea, pero lo que si note es que esta muy enojado - dice mientras se encoge de los hombros.

*******

Las siguientes clases transcurren normales, hablo de aburridas y eternas. Cuando por fin terminan, de inmediato me dirijo a mi casa.

Cuando llegó me voy a mi cuarto a cambiarme. No soy una de esas personas que se preocupan mucho por su apariencia, pero obviamente no voy a ir descuidada a la casa de Eduar.

Me ducho nuevamente y me visto con unos jeans, una blusa de color seleste, una chaqueta y unos zapatos normales. Me pongo el cabello ondulado en las puntas.

Cuando término me voy hacía la cocina, le explicó a mi madre sobre lo del trabajo, ella me da permiso para ir.

Salgo de la casa, pero antes de dirigirme a la de Eduar, voy a la de Nana para decirle lo del trabajo con su nieto. Ella esta en la galería en su habitual mesedora de madera.

Hola Nana - la saludo con un beso en la mejilla, mientras me siento en la otra mesedora a su lado.

Hola mi niña- dice mientras acaricia mi rostro.

Sus arrugas se hacen notorias cuando sonríe suavemente. Puedo apreciar las canas blancas de su cabello corto.

¿ como sigues? - pregunto preocupada. Ella tiene diabetes, pero no muy avanzada.

Mejor - responde rápidamente.

¿ te estas tomando las glucernas que te traje y te estas inyectado la insulina? - pregunto. Me preocupó mucho por ella.

Es como sí sus hijos la tuviesen abandonada. Creo que el único que la viene ha visitar es Eduar y su hermano menor, pero nunca he visto al hermano mayor, tampoco al padre de Eduar quién es su hijo.

Debe de sentirse abandonada, pues vive sola aquí.

No entiendo para que tener mucho dinero cuando no tienes compañía alguna. Porque su familia es muy adinerada pero de nada vale.

Por eso siempre trato de acompañala, por las galletas, además me encanta estar con ella.

Sí, sí, sí y sí - responde a mi pregunta repetidas veces.

¿ y no tienes galletas para mi hoy? - pregunto haciendo ojos de perritos. De sólo pensar en las galletas se me hace agua la boca.

Hay! verdad, se me había olvidado- dice golpeando la palma de su mano contra su frente de forma suave. Se levanta y yo frunzo mi ceño.

¿ a donde vas?- le pregunto confundida.

- Voy hacer galletas para ti, querida.

Aunque esa propuesta sea tentadora, tengo que ir hacer el informe a casa de Eduar.

No, Nana, tengo que ir a hacer una tarea- la tomo del brazo.

Pues te las guardo - me recomienda.

No puedo rechazar eso...

Bueno, está bien, nos vemos luego Nana - no quise decirle que era con su nieto porque no me quiero complicar. Me despido y me dirijo a la casa de Eduar. Que por suerte queda a una cuadra de la mía, soy tan suertuda.

Me arrepiento de mis palabras por que ahora mis nervios salen a flote.

Aquí estoy en la casa de mi crush.

Ya habia visto la casa varias veces por fuera pero nunca he entrado y aún me impresiona. Es de dos niveles , de color blanco, con ventanas victorianas de color azul oscuro, un gran jardín en el frente y un caminó con pequeñas piedras que dirijen hacia la gran puerta.

Reuno toda mi valentía y coraje y con nerviosismo toco el timbre, después de varios segundos me abre una chica de servicio, lo se porque lleva puesto un uniforme. Es alta, su cabello negro, de piel blanca, es muy hermosa.

Se encuentra Eduar?- le pregunto timidamente.

Si, ¿me puedes decir tu nombre para ver si puedes pasar?-pregunta de una forma muy amable.

Claro, me llamo Yanet y vine hacer un trabajo de literatura con el - respondo.

Bien, dame un momento - me dice mientras se adentra a la casa.

Jugueteo sobre mis pies valanseandome hacia delante y hacia tras, como una niña nerviosa y lo estoy.

la chica me interrumpe y dejo de valansearme para observarla.

Puedes pasar, el esta en la bliblioteca, es en el último pasillo a la derecha- me dice indicandome donde estaba.

Gracias- le digo mientras pasó a su lado para dirijirme hacia la biblioteca.

Guao... la casa es muy lujosa por dentro, con muchas decoraciones elegantes y varias pinturas y retratos en las paredes.

Trago grueso.

Vamos Yanet, tú puedes.

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Espero les este gustando la historia, dejenmelo saber en los comentarios ;-)

Pasen una feliz semana.

Hasta luego pastelitos :-)

Mi Crush ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora