Yanet.
Mmmm, delicioso mamá- apuñalo con mi tenedor el pedazo de pastel de chocolate en mi plato. Mamá nos suele recompensar los domingos como diría ella, por que casi no esta en la casa por su trabajo no tiene tiempo libre.
Empezar el día con una porción de pastel de chocolate, para mi es algo glorioso.
Glorioso...
Eduar llega a mi mente ¿acaso no puedo sacarlo de mi mente ni un segundo? Sólo pienso en Eduar, Eduar y más y más Eduar, creo que estoy frustrada. Es más ¿como puedo dejar de pensar en el?
No puedo y más por lo que pasó anoche, demasiado para una sola noche y lo que yo y mi pobre corazón podemos aguantar. Aún no superó que esperaba que yo lo besar a el y no el a mi, aunque no veo nada de malo en eso, pero no me voy a doblegar por deseo ante el y lo deseo con toda mi alma. Anoche quería volver ha sentir esa sensación de sus suaves labios con los míos. Pero no quiero aumentar su autoestima y lo he echo mucho. Me imagino lo arrogante que debe sentirse al saber que yo lo acoso.
Me levanto de la mesa, cuando ya término de devorar mi porción de pastel, lavo el plato, le lanzó un beso a mi madre y le saco la lengua a Alya, como es de esperar ella hace lo mismo devolviendome el gesto.
Entró a mi cuarto y recuerdo mi cuaderno, ese cuaderno ¿donde estará? Sospecho que Eduar lo tomo, pero sí lo lee creo que se me va ha caer la cara de vergüenza. Ahí hay cosas tan cursis, yo de naturaleza soy cursi. No podría soportar saber que el leyó todo lo que tengo escrito ahí. Todos mis sentimientos hacia el, mi obsesión, poemas.
Todo está en ese cuaderno.
Cubro mi rostro con mis manos en frustración. Y para el colmo hoy tengo que ir a la casa de mi padre, el me viene a buscar, porque su casa queda a una hora de la nuestra.
Mis padres se separaron antes de que yo naciera, pero no siempre he vivido con mi madre, antes eran tres meses con cada uno y sí que eso era estresante, pero Alya siempre vivió con mamá. Estar empacando ropa cada tres meses era fastidioso. Pero ya cuando yo tenía diez años me pusieron ha elegir con cual de los dos me gustaría vivir de forma estable, claramente elegí a mi madre, sin pensarlo dos veces. Ha esa edad comenze ha vivir establemente con mi madre y mi hermana Alya. Aunque siempre convivi con Nana solía pasar la mitad de los días en su casa comiendo galletas con chispas de chocolate.
A los catorce fue que empezó esa obsesión por Eduar.
No pienses en Eduar.
Sacudo mi cabeza en negación. Tengo que sacarlo de mi mente. Y creo que eso es imposible.
Recordando, hace días que no voy a visitar a Nana, pero me temo que ese día no podrá ser hoy, ya que mi padre me tendré que venir ha buscar para irnos y volver en la noche.
Aunque no lo parezca mi vida ha sido un tanto complicada.
Dejando los recuerdos, entró al baño para ducharme antes de que mi padre llegué. Me desnudo y me adentro en la bañera, esciendo el grifo para que el agua caiga libremente sobre mi cuerpo.
Pasó el jabón por mi cuerpo desnudo suavemente, recuerdo lo de anoche. Las manos de Eduar explorando por mi cintura y mis muslos, su aliento en mi oído, sentir su abdomen definido contra mi espalda.
Ay, no! Ahora confirmó que estoy frustrada. Eduar No sale de mis pensamientos ni un segundo. Necesito distraerme.
Continuo duchandome y tratando de olvidar y distraerme. Término, me seco, hago lo necesario y me visto con algo ligero, ya que hoy está haciendo mucha calor.
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Mi Crush ©
Teen Fiction*Ganadora de los "theawarsyourdream" Nunca pensé que el sabía de mi existencia o que notara mi presencia y mis ojos observandolo atentamente, pero en realidad el lo sabe todo. Eduar aveces puede ser frío y distante, pero se que detrás de ese semblan...